El Hospital General de Alicante se vio obligado ayer a reabrir una de las plantas cerradas coincidiendo con el periodo estival, según confirmó ayer el Sindicato de Enfermería Satse.

El elevado número de pacientes que han ingresado en el centro sanitario en las últimas horas ha llevado a la dirección a tomar la decisión de volver a abrir parte de la novena planta, cerrada apenas 48 horas antes. En esta planta ayer a mediodía había ingresados una veintena de pacientes de vascular y cirugía. El número de ingresos estaba siendo ayer elevado y, según señalaban desde el Satse, en la UCI sólo quedaba una cama libre a mediodía, pese a las seis que hay cerradas este mes.

Este verano el Hospital General de Alicante tiene cerradas más de 400 camas, distribuidas entre los meses de julio, agosto y septiembre. Sólo este mes de julio son 129 las unidades de ingreso que no se pondrán en funcionamiento, distribuidas entre especialidades como digestivo, neonatos o traumatología. A ellas se suman las 30 camas que se cerraron hace unos años en una parte de la séptima planta y que sólo se abren cuando la presión asistencial en el centro sanitario es muy elevada.

Sanidad adopta esta medida argumentando un descenso en la actividad asistencia, pero los sindicatos lo atribuyen a una estrategia para ahorrarse el dinero de las sustituciones.

«No tiene ningún sentido que se cierren tantas camas en verano y en una ciudad como Alicante, en la que se multiplica la población durante estos meses», critica María Dolores Díaz, delegada del Satse en el Hospital General de Alicante. De hecho, ayer, explica Díaz, «el hospital está a tope, con muchos pacientes ingresados en traumatología y con afecciones respiratorias. Porque aunque es verano, la gente se sigue poniendo enferma». La delegada del Satse alerta del incremento en las listas de espera que previsiblemente se producirá cuando llegue septiembre debido a este descenso de la actividad.