Sin espacio ni intimidad alguna y muy alejada. La gerencia del departamento del Hospital General ha decidido trasladar la consulta de orientación sexual que funcionaba en el centro de salud de San Blas al edificio del PAS de la calle Aaiún, en Campoamor. El Sindicato Médico critica este cambio de ubicación y denuncia las malas condiciones en las que se presta este servicio, ya que debe compartir espacio con una de las consultas médicas del PAS. En este sentido, en un pequeño espacio inferior a los 20 metros cuadrados se ha metido una camilla, un sillón de exploración ginecológica, un escritorio, un ecógrafo, dos sillas, un biombo, un taburete para las exploraciones, un mueble para el material de curas y otros elementos necesarios para las consultas. El resultado es agobiante. «No hay espacio suficiente para que la ginecóloga haga una exploración en condiciones, ya que apenas se puede mover y hay que tener en cuenta que a esta consulta suele entrar la paciente acompañada», señalan desde el Sindicato Médico. Tampoco hay, a su juicio, ningún tipo de intimidad para las mujeres. La falta de espacio también provoca que el personal sanitario y las pacientes se enreden constantemente con los cables de los aparatos. Además, al tener que compartir espacio con otro servicio, «cuando por la noche llegan los trabajadores del PAS arrinconan todo el material de la consulta de ginecología para poder trabajar mejor».

Entre otras molestias, la consulta en la que se ubica tiene unos grandes ventanales sin cortinas ni estores, por lo que es imposible ver el ecógrafo con claridad.

El Sindicato Médico, que ha presentado denuncia a la Inspección de Trabajo por estas irregularidades, también critica que con el traslado, la consulta se ha quedado muy alejada del barrio al que presta asistencia, San Blas, y se ubica a tan solo 200 metros de la que funciona en el centro de salud de Campoamor, en Plaza América.