Representantes de los padres de alumnos de cuatro colegios de Alicante en los que Educación suprime aulas el curso que viene, presentaron ayer al Síndic de Greuges la primera queja oficial contra la medida adoptada sin que se hayan querido escuchar sus alegaciones.

Tal y como señalaron tras entregar el escrito, desde la jefatura provincial de Educación no se les ha recibido todavía pese a haber reunido 10.000 firmas a favor del mantenimiento de las aulas que se van a cerrar, y tras solicitarlo expresamente el pasado día 17 de enero.

Añaden ante el Síndic que la conselleria ha hecho caso omiso a las alegaciones presentadas por cada consejo escolar de centro, «y ha tomado la decisión sin ponerse en contacto con los colegios afectados ni tampoco justificar su propuesta de planificación escolar». Entienden que el perjuicio para los centros es irreparable porque afectará a la próxima matrícula y al número de maestros en plantilla aunque se quieran abrir posteriormente aulas habilitadas.

Los padres también se refieren al respaldo obtenido tanto desde el Consejo Escolar Municipal como desde el pleno municipal de Alicante, donde se acordó que no se eliminaran las aulas.