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Los sindicatos alertan de que la FP Básica abandona al 40% de los repetidores

Representantes docentes y de los padres de alumnos culpan al Consell de «precipitarse» al querer ser la avanzadilla de España con la nueva ley

Los estudiantes que no van a superar el graduado son desviados a la FP Básica ANTONIO AMORÓS

La FP Básica no ha echo más que empezar a caminar con la nueva LOMCE, pero al no haberse podido generalizar este curso en todos los centros, los delegados sindicales docentes calculan que la mejora de la formación de alumnos repetidores caerá del 70% actual al 40% «en el mejor de los casos», sentencia Alfonso Terol, de CC OO. Hasta ahora, con los anteriores programas de cualificación profesional, lograban finalmente el graduado escolar hasta un 70% de los alumnos repetidores, asegura Terol.

En los institutos donde se ha implantado la FP Básica, empiezan a recibir quejas de los alumnos ante el «descubrimiento» de que no obtendrán un graduado académico al terminar los dos años de FP Básica, sino un título equivalente sólo laboral. «En la práctica, las empresas siguen reclamando el graduado escolar cuando se pide empleo y estos alumnos no llegan al nivel de la reválida que hay que pasar en cuarto de ESO para conseguirlo. Creo que con este sistema se deja a los alumnos sin salida», dice Terol.

Titulación

La federación de padres Gabriel Miró sostiene que las prisas no son buenas consejeras y que querer ser la avanzadilla del nuevo sistema educativo a nivel de toda España nos puede pasar factura. «Más que poner remedio al final del proceso, ya en Secundaria, los padres abogamos por una detección precoz desde su origen, en Primaria, para rectificar a tiempo», añade Ramón López.

Desde Fete-UGT, Javier González Zurita coincide en que la titulación laboral y no académica puede implicar dificultades añadidas porque la obligada reválida para sacar el graduado es un andén que deja al alumno por el camino. No obstante apunta que habrá que hacer un seguimiento porque lo normal es que el primer año de implantación «haya dificultades». Al margen de estas cuestiones Zurita opina que, según cómo lo gestione cada centro, «podría reducir el fracaso escolar de un 1% a un 2%».

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