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El infierno de los accesos a la Universidad

La entrada a la Universidad a primera hora de la mañana se convierte en un caos con esperas en los vehículos de hasta quince minutos

Tráfico denso ayer a primera hora de la mañana justo antes de llegar a la rotonda que da acceso a la Universidad de Alicante. pilar cortés

«Yo salgo de casa a las 8.15 horas desde el centro de Alicante para llegar a la Universidad a las 9, pero como me retrase cinco o diez minutos ya sé que no llego porque me pillan los quince minutos de atasco en la rotonda». Como Ricardo Vicedo, estudiante de Relaciones Laborales, cientos de universitarios sufren cada mañana para llegar puntuales a las aulas por las retenciones de tráfico en la rotonda de la autovía.

Señal inequívoca del comienzo del curso, entre las 8.40 y las 9 los accesos se colapsan y turismos y autobuses pueden quedarse hasta quince minutos parados a escasos metros del campus. El problema es la coincidencia horaria de clases en la universidad, colegios y entrada al trabajo en un punto, la rotonda que da acceso al campus de San Vicente, en el que confluyen alumnos, profesores, trabajadores de la universidad, y todo el tráfico que llega a Alicante desde Alcoy y una parte de San Vicente.

Existen tres vías para acceder al campus, la citada rotonda, la entrada por la calle Alicante -donde están las paradas del Tram y de los autobuses de línea- y la calle del Aeroplano, con bastante menos tráfico. Además, se habilitó un carril bici subterráneo por la carretera de San Vicente.

La limitación de espacio unido a que las carreteras dependen del Ministerio de Fomento provocan que el campus «poco pueda hacer» para aliviar los atascos en horas punta, afirman fuentes de la Universidad de Alicante (UA). Por el momento no hay ningún proyecto sobre la mesa que amplíe los accesos por lo que lo único que se puede recomendar es evitar el tramo horario de entre las 8.40 y las 9 en la medida de lo posible.

«Es normal que se formen atascos porque llegamos todos con la hora pegada. Entiendo que construir un nuevo acceso es un gasto importante pero a lo mejor se podrían escalonar más las horas de entrada a clase para evitar aglomeraciones, con intervalos de diez minutos a algo así», propone el alumno de Comunicación Audiovisual Rubén Romero, quien también opina que una vez dentro del campus los carriles deberían ser de doble dirección para facilitar el aparcamiento.

Otros como Vicedo ven la solución a las retenciones mañaneras en habilitar para vehículos el carril bici subterráneo de acceso directo.

También es cierto que los atascos son puntuales y en cuanto pasan las horas punta de mañana y de tarde se circula con fluidez. «A no ser que se den algún golpe en la rotonda que empeore la cosa», matiza Pilar Guilabert que llega en autobús desde Crevillent para acudir a sus estudios de Criminología.

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