Miércoles Santo en octubre. La Hermandad de Santa Cruz sacó anoche en procesión el trono del Descendimiento por las empinadas y sinuosas calles del Casco Antiguo. La celebración en la ciudad del XXIV Encuentro Diocesano de Cofradías y Hermandades de Semana Santa motivó esta recreación extraordinaria.

Pasadas las nueve de la noche comenzó en la Ermita de Santa Cruz el traslado del paso del Descendimiento, con sus seis figuras y 2.400 kilos de peso, arropados por nazarenos y Damas de Teja y Mantilla, y acompañados por la Agrupación Musical de Santa Cruz y por una banda de cornetas y tambores de Jumilla.

Acompañados por los aplausos de las cientos de personas congregadas en el Barrio, el paso siguió su recorrido habitual hasta la Plaza del Carmen, incluidas las saetas de Antón Moreno en la sede de la Hermandad, pero en lugar de dirigirse hacia la Rambla, la comitiva se adentró por las calles del Carmen y Villavieja hasta llegar a Santa María.

Los 44 costaleros llevaron el trono hasta el altar, donde realizaron un encuentro con la Virgen de los Dolores, que recibió la Coronación Canónica hace dos semanas. El regreso hasta la Plaza de Quijano fue en procesión y, a partir de ahí, corriendo por las escaleras de Santa Cruz hasta la ermita, por unas calles llenas de público en las que la pasión y emoción se desbordó entre costaleros y viandantes, como en Miércoles Santo.

Reto y orgullo

La Junta Mayor de Alicante recibido la organización de esta tradicional cita «como un reto y con orgullo por poder trabajar por todas las Semanas Santas».

El encuentro provincial cuenta con la presencia del obispo diocesano, Jesús Murgui, que preside hoy la eucaristía de clausura en la Concatedral de San Nicolás.

La actividad finaliza con la presentación del vídeo «Semana Santa de Alicante, esa gran desconocida» y una visita a la Capilla Gran Poder y Esperanza.