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«Existen unas maneras machistas preocupantes en las relaciones de los jóvenes»

La antropóloga Anastasia Téllez ve con preocupación los comportamientos machistas de los jóvenes que achaca a que la sociedad «ha bajado la guardia»

"Hay maneras machistas preocupantes en las relaciones de los jóvenes"

¿Es la educación la única forma de atajar la violencia machista

Yo diría la socialización. Existe una forma diferenciada de socializar a hombres y mujeres a lo largo de la vida. En ella están implicados diferentes agentes, no se trata sólo del itinierario de la escuela a la universidad, también son la familia, los medios de comunicación, las películas, los programas, las canciones y el lenguaje los que transmiten una socialización diferenciada sexista que perpetúa el machismo. Mientras no cambiemos las representaciones ideológicas sexistas en nuestra cultura seguiremos encontrándonos con violencia de género en la pareja y en otros ámbitos de la realidad social.

Un estudio reciente asegura que uno de cada cuatro jóvenes ve normal la violencia dentro de la pareja

Sí, ellos y ellas. Denunciamos este tema desde hace diez años pero es que no se controla lo que se emite en televisión, los programas y series con más audiencia son sexistas. Seguimos unos mitos modificados y neomachistas a través del amor romántico, no educamos de una manera afectiva sexual igualitaria. Algunos autores hablan de involución en el tema de la igualdad. Por un lado tenemos una normativa muy avanzada pero por otro hemos descuidado bastante todos los frentes de los agentes socializadores que perpetúan el machismo en chicos y chicas y esto es lo que tenemos que atajar.

¿Cómo?

No teniendo la miopía de género que tenemos. Se habla de las gafas violetas que ven desde un punto de vista feminista dónde no hay igualdad. Erradiquemos entre todos esta miopía, empecemos a mirar qué hay alrededor y a controlar. Hay municipios que ya controlan qué música se va a poner en sus fiestas y qué letras sexistas de reggaeton se van a escuchar. Hay muchos frentes y se sabe lo que hay que hacer, sólo hace falta voluntad y por supuesto presupuestos económicos que acompañen a las leyes y pactos contra la violencia de género.

El reggaeton suele salir a colación siempre, ¿es tan influyente?

Los mensajes nos llegan y los micromachismos nos inundan. La forma de entender la pareja, los celos, la posesión, el enamoramiento desde un punto de vista machista se mantiene, cabe preguntarnos qué estamos enseñando a los niños y a los jóvenes, hay que tomárselo en serio.

¿Es ahora la juventud más machista de lo que era hace 20 ó 30 años?

Por algunos indicios y algunos estudios parece que sí. Por eso nos escandalizamos, sorprendemos e indignamos. Con todo lo que hemos avanzado a nivel normativo y de paridad no erradicamos el sexismo en la vida cotidiana y en la pareja. ¿Son los adolescentes de hoy más machistas? Parece que sí, chicos y chicas. En jóvenes de entre 15 y 21 años hay una regresión y unas maneras machistas muy preocupantes en las relaciones de pareja.

¿Cómo se explica?

Porque hemos bajado la guardia para detectar dónde hay sexismo y estamos perpetuando modelos desigualitarios. Creemos que por tener leyes y porque haya más presencia de mujeres en el ámbito público hemos erradicado el machismo, con lo que hemos bajado la guardia y estamos transmitiendo a las nuevas generaciones unos comportamientos sexistas que ellos no perciben como tales y no los detectan porque nadie se lo explica.

Habla de la nueva masculinidad, ¿de qué se trata?

De cómo educar a los hombres en modelos igualitarios, cómo ser un macho no machista y que eso se generalice y sean modelos a imitar. Hombres que no basen su masculinidad en el poder, la autoridad, la dominación de la mujer, la homofobia o la sexualidad como identidad. Es una nueva forma de educar a chicas en una feminidad empoderada y a chicos en una masculinidad igualitaria.

¿Cómo se educa a una niña en ese empoderamiento?

Empezando por no ponerle límites en juegos, aficiones o lenguaje. No educarla para ser una princesa, sino para que sea lo que quiera ser.

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