Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Inteligencia artificial

Los enfermeros del futuro

La Universidad de Alicante desarrolla un robot para atender a discapacitados que podrá detectar incluso las emociones de las personas con las que se comunique

Los enfermeros del futuro

Se llama Pepper y de momento habla mejor inglés que español, pero aprenderá a desenvolverse de la misma forma que adquirirá las habilidades necesarias para ir del comedor a la cocina y traer por ejemplo una botella de agua. También detectará si su dueño está contento o triste, responderá preguntas y reconocerá personas. Parece ciencia ficción pero es Inteligencia Artificial (IA) aplicada a un robot robotcon fines sociales. Se trata del primer prototipo que se convertirá en el futuro «enfermero» de pacientes con ictus, parálisis cerebral o cualquier otro tipo de lesión sensorial y también de discapacitados.

El Instituto de Investigación Informática de la Universidad de Alicante (UA) compró el «armazón» de este humanoide japonés que comercializa una firma francesa por unos 18.000 euros y trabaja para su desarrollo, en el que están implicadas varias disciplinas, desde Visión Artificial hasta Robótica pasando por Aprendizaje Automático. El director del instituto, Miguel Ángel Cazorla, explica que «la idea es que pueda ayudar a personas con daño cerebral adquirido y a discapacitados en su vida diaria» para lo que debe aprender a «interactuar con las personas, obedecer órdenes, reconocer objetos, ubicarse y desplazarse por la casa e incluso a identificar emociones». Para ello dispone de sensores en las manos y la cabeza y de una cámara en 3D en los ojos que le permite seguir a las personas, dirigirse a ellas y en un futuro llegar a reconocerlas. También cuenta con una pantalla táctil a la altura del pecho para mejorar la interacción. La programación de todo ello se encuentra en pleno desarrollo y aunque lo parezca «no es nada sencillo», indica Cazorla.

A nivel técnico lo interesante es la cantidad de líneas de investigación que se abren y que permitirán a Pepper aprender nuevas habilidades y perfeccionar las que ya tiene. Por ejemplo, este robot ya es capaz de responder preguntas sencillas, cantar y bailar el famoso tema de Luis Fonsi «Despacito» cuando se le pregunta por su canción favorita y arrancarse con «Macarena».

Este robot es sólo un ejemplo del revolucionario campo de la Inteligencia Artificial que desde hace unos cinco años ha sufrido una auténtica «explosión» y a cuya carrera ya se han lanzado países como China y Rusia, mientras en Estados Unidos se pagan importantes sumas a los profesionales capaces de desarrollarla. «Hace 30 años que se empezaron a gestar técnicas para reconocer dígitos pero funcionaban muy lentas y se dejó. Con la implosión de los datos disponibles actualmente gracias a internet y las redes sociales unido a los recursos computacionales de hoy en día, mucho más potentes, se ha dado un salto que nos lleva a plantearnos retos inimaginables hace bien poco», afirma Cazorla. La información es poder y empresas como Google, Apple o Facebook son las que disponen actualmente del mayor volumen de datos del mundo, por lo que son las que más avanzan en este sentido aunque en casi todas las universidades del mundo se trabaja en IA, al igual que hacen los grandes grupos de automoción para conseguir vehículos inteligentes y autónomos. También está en auge el campo de las tecnologías del lenguaje humano y la traducción simultánea, en las que también se emplea a fondo la UA.

Otro proyecto en el que trabaja el Instituto de Investigación Informática, concretamente el área de Visión Artificial, es una aplicación pensada para invidentes. Se trata de un sistema que informará al usuario a través de su móvil de por ejemplo quién se encuentra en la oficina cuando llega o quien le mira para dirigirse a él en el transcurso de una reunión, o de quien se levanta y se va. El instituto acaba de finalizarlo y lo ha enviado a Indra para optar a financiación. El coste es de unos 25.000 euros que servirían para contratar a una persona para su desarrollo y para la compra de material, precisa Cazorla.

Compartir el artículo

stats