¿Se ve como alcalde antes de 2019?
Es complicado porque veo que Echávarri está muy decidido a intentar agotar la legislatura. No he visto alternativa de un posible pacto entre el resto de los grupos, en el último pleno, se lanzaban mensajes de diálogo y de ruptura total. No hay alternativa. Si Echávarri llega hasta el final de la legislatura, será milagroso porque es un esfuerzo personal que no está en condiciones de hacer. El futuro es bastante negro.
Si tuviera que apostar, ¿con qué configuración cree que llegará el gobierno de la ciudad de Alicante a mayo de 2019?
Sólo hay dos alternativas: o Echávarri se enroca y aguanta hasta el final o tira la toalla, y ante la imposibilidad de que se conforme otro tripartito, gobernará el PP. Hasta este jueves, cabía la posibilidad de un nuevo pacto, después de lo visto en el pleno, no.
En el pleno al que alude quedó claro que los grupos buscan la dimisión de Echávarri, pero que a su vez tampoco quieren la vuelta del PP al gobierno. ¿Sienten el rechazo de la corporación?
En absoluto. Ese discurso lo mantienen los tres exsocios del tripartito porque es lo que justificaba ese pacto, desalojar al PP del gobierno de Alicante. Ciudadanos, en cambio, nunca ha cerrado esa puerta.
Compromís les ha invitado a plantear una moción de censura después de que ustedes se ofrecieran a gobernar. ¿Se lo plantean o esperarán acontecimientos?
Es un brindis al sol porque todos se niegan a respaldar un gobierno del PP. La moción de censura exige contar con 15 votos y nadie querría firmarla con nosotros. Ellos podrían intentarlo, pero no lo van a hacer porque a estas alturas no les interesa. Todos sabíamos que este tripartito no llegaría al final porque no les interesaba llegar a las elecciones cogidos de la mano, pero se han adelantado mucho los acontecimientos, mucho más de lo que tenían previsto.
Usted dijo que sólo aceptaría la Alcaldía por «imperativo legal». Días después cambió de opinión. ¿Se arrepintió?
En absoluto, dije en cada momento lo que se tenía que decir. Cuando afirmé que la ley impone que, si no se puede investir con 15 votos, pasa a gobernar la lista más votada, entonces existía el tripartito.
Lo dijo el mismo día en el que Compromís renunció a sus competencias.
El tripartito dejó de existir cuando Guanyar también salió, entonces nos encontramos con un PSOE en solitario, con 6 concejales. Eso provoca que, ante esa ilegitimidad, reivindiquemos asumir el gobierno. Porque para que gobierne un partido que no fue el más votado, que ha perdido el apoyo de quienes le dieron la mayoría, que pase a gobernar la lista más votada.
Cuando ustedes dieron ese paso adelante, el presidente provincial del PP, José Císcar, dejó en el aire su candidatura ante un posible pleno de investidura. Un día después rectificó. ¿Cómo lo vivió?
No le di ninguna importancia, en esa rueda de prensa íbamos a trasladar la postura del PP en su conjunto. Al día siguiente, tras generarse revuelo, se aclaró y ya.
¿Le gustaría también ser el candidato del PP para las municipales de 2019?
Dentro y fuera del PP, todos los que estamos con vocación de trabajar para Alicante aspiramos a estar en esa lista electoral e incluso a encabezarla. Es algo legítimo.
¿Le duele que tras dos años y medio bregando en la oposición, suenen otros nombres como posibles alcaldables?
No lo veo desde ese punto de vista. En nuestros tiempos, no estamos en esa dinámica, se peleará más adelante. Ahora estamos haciendo la mejor oposición posible.
En el pleno que pidieron para tratar la crisis institucional, dijo que Echávarri es el peor alcalde de la historia de Alicante.
Nadie, ni Lassaletta, ni Luna, ni Alperi, ni Castedo ni Valor han llegado a un nivel de desprestigio de la propia institución como con Echávarri. Ellos siempre supieron comportarse.