La entrada en vigor del Brexit el próximo año, que sacará a los británicos del espacio comunitario, y la nueva normativa europea que insta a aumentar las medidas de control y seguridad de los pasajeros, han obligado al aeropuerto de Alicante-Elche a ponerse las pilas y a ampliar la zona de control de pasaportes de la terminal que se ha quedado pequeña ante el constante crecimiento del aeropuerto que cerró 2017 con un registro histórico de pasajeros de 13,7 millones, un 11,1% más que en 2016 según anunció Aena ayer mismo. De ellos, el mayor volumen de viajeros (5.853.046 en 2017) proceden del Reino Unido. Benidorm es uno de los destinos turísticos preferidos por los británicos y además en la provincia viven 74.349 ingleses según los datos del Instituto Nacional de Estadística de 2016. La salida de la Comunidad Europea de estos casi seis millones de pasajeros, va a suponer un incremento en los trámites para pasar la aduana, uno de los factores que ha impulsado la ampliación de las instalaciones de control del aeropuerto con el fin de agilizar los trámites y minimizar las colas.

Las obras que se iniciaron en octubre y estarán acabadas en junio, tienen un coste de 1.116.800 euros y suponen una ampliación de 900 metros cuadrados, 694 de ellos para la zona de espera de los controles de pasaportes y 2016 para nuevos aseos. En una segunda fase, que también se quiere ultimar para el verano, se aumentará el número de cabinas de control de pasaportes, tanto manuales como automáticas con un coste de unos 900.000 euros. En la actualidad, además de 26 cabinas de verificación de pasaportes, hay seis máquinas automáticas (ABC sistem) que permiten comprobar la identidad del viajero con rapidez. La máquina se encarga de procesar el pasaporte, -electrónico, eso sí- y procede al escáner del rostro del pasajero y a la comprobación de la huella dactilar. Así, el trámite de identificación para cruzar la frontera no supera los 20 segundos.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, visitó ayer las obras de ampliación de la terminal junto al director del aeropuerto, Tomás Melgar, el subdelegado del Gobierno, Jose Miguel Saval, y el comisario, Alfonso Cid, entre otras autoridades, que recorrieron el espacio que se va a ganar para la zona de control, y comprobaron el funcionamiento de las máquinas automáticas de verificación de pasaportes por la imagen del pasajero, aprovechando la llegada de un vuelo.

Moragues destacó que las mejoras que se están realizando servirán «para dar una mayor y mejor respuesta al continuo crecimiento del aeropuerto alicantino que ha cerrado el año 2017 con cerca de los 14 millones de pasajeros, un nuevo récord de visitantes de la historia de la terminal, y que lo hace estar entre los más importantes de Europa».

El aeropuerto de Alicante-Elche cerró 2017 con un registro histórico. En concreto se contabilizaron 13.713.061 viajeros, lo que supone un crecimiento del 11,1% respecto al año anterior. El viajero internacional se incrementó en un 11,7% y se contabilizaron 12.316.400 pasajeros con destino u origen en el exterior de España. En cuanto al pasajero nacional, se registraron 1.381.201 viajeros, un 5,7% más que en 2016 según los datos hechos públicos ayer por Aena. El aeropuerto se consolida como quinto de España tras Madrid, Barcelona, Palma y Málaga.

Desglosando por nacionalidades el tráfico internacional, los países que más pasajeros contabilizaron durante el año 2017 fueron Reino Unido, con 5.853.046 viajeros; seguido de Holanda, con 927.992; Alemania, con 882.961; Noruega, con 756.228; Bélgica, con 627.355, y Suecia, con 577.903 viajeros. En cuanto a las operaciones, el aeropuerto de Alicante-Elche gestionó un total de 95.322 vuelos durante el año 2017, lo que supone un incremento del 9,4% respecto al 2016.

Tal como resaltó el delegado del Gobierno, «en 2017 el aeropuerto de Alicante-Elche ha fulminado su propio récord, cerrando el año con la cifra histórica de 13,7 millones de pasajeros» frente a los 12,4 millones de 2016. Desde el año de su inauguración hace 50 años hasta la actualidad, han pasado alrededor de 246 millones de pasajeros por sus instalaciones y el aeropuerto de Alicante está entre los primeros aeropuertos europeos. Concretamente, en el número 14.

Juan Carlos Moragues aprovechó su visita para justificar el que se haya aparcado de momento la remodelación de la N-388 de acceso al aeropuerto tal como publicó ayer este diario. El delegado señaló que el desdoblamiento de la carretera prometido este verano por el Gobierno, está licitado por 30 millones de euros pero todavía no se ha adjudicado porque «la falta de apoyo de la oposición» ha obligado a prorrogar los presupuestos del Estado. Moragues señaló en este sentido que «para hacer efectivos esos compromisos hace falta una partida presupuestaria pero solos no podemos aprobar los presupuestos» para añadir que «tendemos la mano a la oposición para que nos apoyen en los presupuestos y podamos crecer». El delegado también recordó que el acceso ferroviario está en fase de estudio «pero también hace falta dinero».

Por su parte, el director del aeropuerto, Tomás Melgar, se refirió a las obras de ampliación en marcha indicando que «lo más importante para nosotros son los pasajeros y aunque haya una nueva norma que exija un aumento de los controles, queremos poner los medios posibles para facilitar los trámites y acortar los tiempos».

En mayo Aena también adjudicó la ampliación de los filtros de seguridad de pasajeros y las zonas internacionales no Schengen por un importe de 854.800 euros, lo que ha supuesto un aumento del 5% en la capacidad de los filtros de seguridad en cuanto a paso de pasajeros y un aumento del 60% de capacidad en el filtro destinado a pasajeros con movilidad reducida.