Las patologías asociadas al envejecimiento, incluido el cáncer, constituyen la mayor causa de enfermedad y muerte en los países desarrollados. Sin embargo, la investigación sistemática y de alto impacto sobre por qué envejecemos ha sido un campo desierto hasta muy recientemente. Actualmente, los países líderes en investigación biomédica están creando los primeros centros monográficos de investigación en envejecimiento. En EEUU, el National Institute of Aging (NIA), constituye la Institución más veterana en investigación de envejecimiento. En Europa, países como Alemania, que hace poco inauguró un Centro Max Plank de Envejecimiento en Colonia, comienzan a apostar fuerte por la Investigación en Envejecimiento.

El envejecimiento es un conjunto de enfermedades con un origen molecular. Los mecanismos moleculares del envejecimiento están conservados evolutivamente y son comunes a muchas enfermedades degenerativas humanas. Como cualquier enfermedad causada por defectos moleculares, el envejecimiento se puede curar o retrasar, con el objetivo de disminuir la mortalidad/morbilidad y aumentar la calidad de vida en personas de edades avanzadas, lo que se denomina en inglés: «healthy aging».

La investigación puntera en envejecimiento no ha de estar enfocada al estudio de enfermedades concretas, sino que ha de centrarse en desvelar los orígenes comunes del envejecimiento, es decir, identificar aquellos defectos moleculares con efectos sistémicos causantes de la degeneración de todos los órganos y tejidos del organismo.

Aunque en España trabajan algunos de los líderes internacionales en la investigación de las bases moleculares del envejecimiento, no hay ningún centro de investigación dedicado a la investigación del envejecimiento. Considero que España tiene la oportunidad de ponerse a la cabeza en la investigación mundial en envejecimiento si se apostara por ello de manera firme.