Muchas personas mayores de 60 años pueden padecer cataratas y glaucoma a lo largo de su vejez, ambas enfermedades no están relacionadas aunque son patologías graves que pueden provocar la pérdida de la visión. Sin embargo, esta pérdida de la visión debido a cataratas puede revertirse mediante cirugía, mientras que, la pérdida de la visión debido al glaucoma es, hasta ahora, irreversible si no se trata adecuadamente.

Según los oftalmólogos especialistas de la Unidad de Cataratas y Glaucoma de Oftálica, "las personas con glaucoma generalmente no presentan un mayor riesgo de desarrollar cataratas. Existen excepciones, como aquellas personas que tienen glaucoma debido a causas secundarias como inflamación del ojo, traumatismo ocular o esteroides. También corren un mayor riesgo quienes padecen afecciones del desarrollo, como rubéola congénita, las cuales pueden provocar glaucoma, cataratas o, en ocasiones, ambos". Las dos afecciones oculares son también más frecuentes con la edad, razón por la cual muchas personas que tienen una enfermedad podrían desarrollar la otra.

La cirugía de cataratas se realiza cuando la visión de una persona se ha reducido hasta el punto que esto interfiere con sus tareas diarias habituales, por la disminución de cantidad o de calidad de la visión. Las cataratas se producen generalmente por envejecimiento ocular y es una dolencia visual que aparece en el cristalino, la lente natural del ojo, que suele volverse más opaco o con una cierta nubosidad a causa de la catarata perdiendo su transparencia original y también más grueso cuando las proteínas se empiezan a acumular. En la mayoría de los casos de cirugía de catarata, el cristalino opaco es extraído y reemplazado con una lente transparente, mediante el implante de una lente intraocular (LIO). En clínica oftalmológica Oftálica de Alicante son especialistas en el tratamiento de la catarata y en los procedimientos de cirugía láser para solucionar el problema de las cataratas. A continuación te ofrecemos toda la información que necesitas para conocer los síntomas, el tratamiento y la cirugía de la catarata.

El proceso de retirar la catarata se denomina extracción del cristalino, y se puede realizar por técnica de facoemulsificación o por técnica extracapsular. Se implanta el lente intraocular sobre la superficie propia de ojo que se llama la capsula posterior. En algunos pacientes con el paso del tiempo esta cápsula puede volverse opaca y disminuir la calidad de la visión. Por lo tanto, se puede realizar el procedimiento láser, llamado capsulotomía, el cual elimina la cápsula y reestablece la calidad de la visión sin requerir cortes en el ojo.

Esta cirugía se realiza en la clínica, no requiere hospitalización ni más intervenciones, y la anestesia se aplica con gotas. El paciente se encuentra despierto consciente durante toda la operación de catarata.

Al operar las cataratas, la presión intraocular baja y disminuye el glaucoma

Al operar las cataratas, la presión intraocular baja y disminuye el glaucomaLa catarata y el glaucoma son afecciones de la visión que tienen que ver con el proceso de envejecimiento del ojo. Con la catarata se produce un incremento del espesor del cristalino que puede originar un aumento de la presión intraocular. Después de la cirugía de la catarata y tras la extracción del cristalino se genera un espacio nuevo que permite la disminución de la presión intraocular. Los pacientes con ambos problemas de cataratas y glaucoma deben consultar a su médico oftalmólogo de las posibilidades y combinaciones de su tratamiento.

La cirugía de catarata puede causar un cambio en la presión del ojo. Hoy en día está aceptado que el incremento del espesor del cristalino que se produce a medida que avanza la catarata puede provocar una disminución del espacio en la cámara anterior del ojo y, de ahí, que aumente el riesgo de glaucoma.

El glaucoma es una enfermedad degenerativa causada por el aumento de la presión dentro del ojo (tensión ocular). El ojo contiene en su interior un fluido que se renueva constantemente, pero si falla el sistema de drenaje, la presión intraocular aumenta y puede dañar el nervio óptico. Por lo general, este aumento de presión en el nervio óptico no presenta síntomas y puede resultar en la pérdida de la visión de manera repentina.

Al extraer el cristalino en la operación de cataratas se desarrolla un nuevo espacio que, aproximadamente en un 60 % de los casos permite que se normalice la presión intraocular, haciendo que, no sea necesario llegar a operar el glaucoma.

De igual modo que al operar de cataratas, puede afectar en la misma operación a la disminución del glaucoma, es posible que en la misma intervención quirúrgica de cataratas, también se corrija la presbicia.

Los doctores de Oftálica señalan que, no obstante, en pacientes con glaucoma en evolución y con escaso control con medicación es aconsejable realizar las dos cirugías de forma simultánea, se elimina la catarata y se realiza un procedimiento filtrante para reducir la presión.

Las personas que tengan alguno de estos dos problemas deberían hablar con su oftalmólogo sobre las opciones posibles de tratamiento, como otros medicamentos, tratamiento láser o cirugía.