Un cerdo vietnamita llevó ayer de cabeza dentro del Cementerio a media docena de policías que durante más de dos horas lucharon para capturar al animal hasta que lo consiguieron. La presencia de cerdos vietnamitas no es extraña en el barrio del Cementerio de Alicante y los alrededores del Vial de los Cipreses. Lo que no es habitual es que los animales entren en el camposanto y te los encuentres escarbando entre las tumbas como le pasó a una mujer ayer, quien, cuando se disponía a arreglar el panteón familiar, vio a uno de estos pequeños cerdos escarbando en la tierra y corriendo entre las lápidas, provocando su sorpresa y la de las personas que al mediodía de ayer se encontraban en el camposanto.

Después de que la mujer diera aviso a los encargados de mantenimiento del cementerio, se personaron en el lugar dos coches de la Policía Local para intentar coger al animal y evitar que hiciera una trastada. Y es que, tal como señaló a este diario uno de los encargados del mantenimiento «el problema es que el animal se dedicaba a escarbar y claro, hay algunas sepulturas recientes y no es cuestión de que levante la tierra».

Desde las doce del mediodía y hasta casi las dos de la tarde, personal del cementerio y agentes de la Policía intentaron atrapar al animal, pero no era fácil. «Corre que se las pela», señalaba una agente riendo ante los intentos infructuosos de uno de sus compañeros de coger al escurridizo animal al tiempo que un experto intentaba atraparlo con un lazo.

Por momentos la escena de la captura parecía una película de humor, con los coches de la Policía recorriendo los caminos del camposanto mientras varios agentes corrían entre las tumbas detrás del cerdo que, mucho más rápido, los despistaba una y otra vez. Finalmente y tras más de una carrera, los policías lograron capturarlo.

Ya más tranquilos, expresaron su malestar ante la proliferación de estos animales en la zona pese a que desde el Ayuntamiento se han realizado varias batidas para trasladarlos. Hechos como el de ayer evidencian que los animales campan a sus anchas llegando incluso a entrar en el cementerio, y al parecer, por la puerta principal. «Que entren al cementerio es grave porque pueden desenterrar alguna tumba y provocar daños, pero es mucho peor el que circulen en grupos por la zona sin que se tomen de verdad medidas», indicaba un agente. Se trata de una especie invasora que se reproduce con facilidad y que últimamente es habitual ver, no tanto dentro del cementerio como ocurrió ayer, pero sí en los solares y calles situadas junto al Vial de los Cipreses lo que, tal como indicaron los agentes «puede provocar un día un accidente de tráfico grave si se cruzan por la carretera».

La moda de tener un cerdo vietnamita como mascota, promovida por famosos como George Clooney con su famoso cerdito Max, ha provocado su presencia en las calles ya que, cuando el adorable cerdito de compañía crece, muchos de sus dueños los han acabado soltando provocando el agrupamiento y reproducción de los animales que forman piaras de diez o doce ejemplares deambulando normalmente por las afueras de las ciudades. En Alicante primero se vieron en descampados de la zona de Vistahermosa, pero en los últimos años han aparecido en grupos cada vez más numerosos sobre todo en los alrededores del cementerio aprovechando puntos de desperdicios y basura que no se recogen durante semanas.

Así, desde hace un par de años las piaras de cerdos vietnamitas se acercan cada vez más al casco urbano lo que ha provocado continuas quejas de los vecinos de la zona, unidas a las recibidas de los conductores que se han llevado más de un susto al encontrarse en la carretera con uno de estos ejemplares que pueden llegar a pesar hasta 60 o 65 kilos. Incluso la Policía Local ha elevado informes pidiendo el control de estos animales y su retirada.

Batida

Ante esta situación, a finales de diciembre del año pasado, desde el Ayuntamiento se procedió a capturar y a trasladar a los animales que vivían por el barrio del cementerio. Tras un par de días de trabajo, operarios municipales atraparon a más de una docena de estos cerdos de distinto tamaño y, según señalaron, los trasladaron hasta las instalaciones de la Protectora de Animales en Bacarot.

Esta iniciativa se llevó a cabo por parte del Ayuntamiento con la colaboración de las consellerias de Medio Ambiente y Agricultura, junto al Seprona de la Guardia Civil. Lo que parece evidente es que, o no se los llevaron todos, o han vuelto, al menos el ejemplar que ayer provocó un gran revuelo dentro del cementerio ya que, gatos sí, pero no es habitual encontrarse con cerdos, por muy enanos que sean, revolviendo alegremente la tierra entre las tumbas del cementerio.