Los campaneros de la Vega Baja tuvieron ayer mucho trabajo. La comarca se volcó con la iniciativa de Hispania Nostra, el Museo Internacional del Toque Manual de Campanas y de Campaners d'Albaida, para promover para los ancestrales toques manuales de campanas la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, uniéndose así a otros campanarios del resto de España y de Europa. Las iglesias y parroquias de Orihuela, Callosa de Segura, Bigastro, Rojales, Torrevieja o Almoradí, sonaron al unísono a las 12 en punto del mediodía, hora fijada para hacer sonar las campanas de todos los templos religiosos.

Para esta iniciativa tan especial algunos municipios prepararon diversos actos. Así, en Callosa de Segura, tras la bienvenida del párroco de la Iglesia Arciprestal de San Martín, Juan Bautista Samper, se hizo un breve recuerdo para los antiguos campaneros de ese templo, antes de presentar al Grupo Joven de Campaneros de San Martín. En la plaza de España se concentró un numeroso público que aprendió el nombre y los sonidos de cada una de las cuatro campanas de la torre del campanario, porque sí, son diferentes. Y hay 22 toques distintos que solo los campaneros expertos los conocen.

La audición del carrillón del campanario con los Gozos de San Roque dio paso a las 12 campanadas de mediodía y al volteo general de campanas de apoyo en San Martín, a lo que se unió en ese momento el resto de iglesias del municipio, como San Roque, la Ermita del Rosario, la de los Dolores, el Pilar, las Hermanas Carmelitas, la Capilla de San Francisco, la Sagrada Familia y la Parroquia de San José.

Los 5 campaneros, uniformados con una camiseta granate, se afanaron en hacer sonar las campanas, algunas de ellas de un considerable peso, y manualmente, como manda la tradición que ahora se pretende proteger con la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Al finalizar recibieron un diploma. Las cuatro campanas del campanario sonaron durante 15 minutos.

Roque Albert, promotor y coordinador de esta iniciativa en el municipio, señaló que «ha sido un éxito total, más del esperado, y aunque San Martín se mecanizó se dejó preparada para hacer sonar las campanas de manera manual». Y recordó que «en 1989 hicimos un concierto de campanas y fue el primero que se organizó en toda la Comunidad Valenciana».

Declaración

En Bigastro las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora de Belén se unieron junto con otras 1.000 campanas de Europa y cerca de 300 en España, a la iniciativa motivada por la declaración de 2018 como el Año Europeo del Patrimonio Cultural por la Unión Europea. Organismo que concedió recientemente el sello oficial de la iniciativa europea al proyecto local promovido por el Ayuntamiento, y realizado por sus vecinos: Memorias de Bigastro. Para poner en práctica el toque manual de las campanas, el consistorio bigastrense contactó con Rubén Marcos Vegara, nieto del antiguo campanero de Bigastro, Antonio Vegara Gilabert, apodado «el morcillitas», que ayer hizo sonar las campanas en homenaje a la labor desempeñada por su abuelo.

En Almoradí fueron las campanas de la Iglesia de San Andrés las que un grupo de jóvenes volteó con fuerza para adherirse a la propuesta de proteger el volteo manual de campanas, que fueron tocadas con la técnica y costumbre inmemorial de la localidad. Entre las campanas que sonaron, la mayor, instalada en la Iglesia de San Andrés y que data de 1772. Además, la iniciativa fue respaldada por iglesias de otros municipios como Rojales o Torrevieja.