Apenas una hora y cuarto duró la experiencia como concejal del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante de Miguel Castelló, exasesor de Fiestas con el tripartito y con el gobierno socialista de Gabriel Echávarri. El edil, que estará en la oposición el año que queda de mandato, apenas tuvo tiempo de jurar el cargo como número 7 de la lista del PSOE en sustitución del dimitido Echávarri cuando se produjo el vuelco que le dio la Alcaldía al popular Luis Barcala. Un trago que intentó pasar de la mejor manera posible entonando, ensimismado, los himnos con los que terminó la sesión de investidura. «Fue una experiencia breve. Juré y al rato habíamos perdido el gobierno. Lo pasé mal, acabábamos de perder. Me dejó un mal sabor de boca», reconocía ayer.
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No obstante, Castelló, que «estaré en la oposición y ya está», señaló, abandona toda responsabilidad de gobierno «muy contento» por el apoyo que siente tras el traspiés sufrido. «Me ha llamado mucha gente para felicitarme, creo que he hecho el trabajo que tenía que hacer por las fiestas, que es lo que más me gusta. Lo he hecho lo mejor que he sabido y he podido hacer, y he procurado trabajar por todas por igual», pese a que procede de las Hogueras. Este año se ha inscrito puntualmente en el distrito avenida Loring pero su comisión de toda la vida es la hoguera Florida Portazgo.
«He recibido muchas llamadas de festeros, de consuelo y despedida. Estoy contentísimo con la respuesta de la gente y les agradezco esa delicadeza», afirmó Miguel Castelló, quien prometió el cargo en valenciano. Su jura como concejal se produjo al inicio del pleno de investidura y completaba el grupo socialista de gobierno, que se había quedado sólo con cinco ediles tras la renuncia de Echávarri. Castelló ha sido asesor de la Concejalía de Fiestas, llevando el peso del área, durante tres años. «Creo que he trabajado mucho por la Fiesta y me voy muy satisfecho. En algunas cosas me puedo haber equivocado pero dejo encarriladas las Hogueras y organizadas casi todas las fiestas que quedan este año, salvo algún fleco».
Todo por la gran cantidad de horas que afirma que le ha dedicado a su trabajo los días laborales y los fines de semana, asistiendo a los distintos actos. Ayer se pasó la mañana sacando pertenencias personales del despacho que ocupaba en el Consistorio.