«Yo entiendo que allí no podían vivir, pero por lo menos tenían un cobijo, era algo, mejor eso que no tener nada». La madre de una de las personas que vivían en el poblado junto al centro provincial de drogodependencias de Cruz Roja lamentó ayer que el Ayuntamiento de Alicante procediera a su desmantelamiento «sin pensar» en qué va a pasar con ellas.

En conversación telefónica y sin querer que se publique su nombre «para que mi madre no sufra más y no se entere de qué pasa con su nieta», esta madre mostró su honda preocupación, pena e impotencia: «¿Usted sabe dónde han ido? Yo no sé dónde está mi hija, puede aparecer cualquier día en un banco o en una calle tirada».

Aunque es consciente de que el campamento que acogía desde hace unos diez años a indigentes y toxicómanos no era un lugar para vivir, «era un cobijo, ahora les han echado y les han quitado lo poco que tenían».

Y con la voz entrecortada, reprocha que «nadie» se preocupe por ellos. «Son humanos, tienen padres, hermanos o hijos, llevo 20 años penando y luchando por conseguir un lugar en el que pueda estar, pero nadie, ni los juzgados ni los servicios sociales, les echa una mano», asegura esta mujer, que añade, ya entre sollozos, que «cuando un perro está herido, lo curan y lo llevan a un albergue, pero a estas personas con problemas muy graves nadie les ayuda, están apartados, fuera de la sociedad».

El Ayuntamiento, por su parte, sostiene que se ha eliminado un núcleo de chabolismo en la zona, pero que las prestaciones sociales que tenían las personas «se les sigue proporcionando y se les ofrece un albergue y los servicios de Cruz Roja».

Como informó ayer este diario, el Consistorio desmanteló la semana pasada las chabolas que un grupo de indigentes y toxicómanos levantó hace unos diez años junto al centro provincial de drogodependencias de Cruz Roja en el monte Tossal, enfrente del Estadio Rico Pérez.

La entidad social, por su parte, incidió en que las personas que «vivían» en el poblado se encontraban en una situación de vulnerabilidad «muy acusada, sin hogar y con problemas de drogodependencias, llevan muchos años en la calle».