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Sanidad bloquea el título de Medicina al no concretar las prácticas en los hospitales

La UA espera la decisión del organismo que acredita los grados en Madrid, que solicitó más información sobre la organización de los estudios

Sanidad bloquea Medicina al no concretar las prácticas en los hospitales

La Conselleria de Sanidad sigue sin formalizar los convenios con los hospitales públicos de la provincia para las prácticas de los alumnos de la titulación de Medicina en la Universidad de Alicante (UA) pese a que la consellera, Carmen Montón, se mostró favorable hace ya medio año.

Esta situación empieza a impacientar al rector, Manuel Palomar, que en la entrega de los premios del Consejo Social la noche del pasado martes, recordó que el resto de nuevas titulaciones como Relaciones Internacionales, Marketing, Gastronomía y Artes Culinarias ya están acreditadas.

La UA tiene cuatro centros hospitalarios garantizados para que los 75 alumnos con los que arrancarían los estudios el próximo curso realicen las prácticas: el Hospital Universitario del Vinalopó (Elche), el Hospital Universitario de Torrevieja, la Clínica HLA Vistahermosa y el Hospital QuirónSalud, es decir, dos privados y dos públicos de gestión privada. Pese a que podrían ser suficientes de cara a conseguir el visto bueno a la implantación de los estudios, en la UA entienden que el hospital de referencia debería ser el General de Alicante que acoge a los alumnos de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y ahí se encuentra el principal escollo. El decano de Medicina, Antonio Compañ, ya ha advertido en varias ocasiones de que llevará a los tribunales cualquier alteración de los convenios con la UMH. Es más, esta universidad ha creado un frente común con las facultades de Medicina de València y Castellón y con el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina en contra de la implantación del grado en Alicante al entender que no hay suficientes plazas MIR y que se masificarían las prácticas con la consiguiente pérdida de calidad asistencial. En una reunión mantenida en marzo los decanos dijeron haber comprendido que la decisión de abrir nuevas facultades es política y que «tocarían a la puerta de la conselleria» para impedirlo. En la conselleria de Sanidad no pudieron asegurar ayer si están moviendo los nuevos convenios para Alicante. Y Palomar también dejó claro el martes que ha «abusado de la contención para no interferir con más ruido del necesario en el proceso de la toma de decisiones». De manera que más allá del visto bueno de los estudios a nivel técnico, el mar de fondo político puede acabar en una ola que arrase las aspiraciones del campus alicantino por recuperar la que fuera una de sus facultades fundacionales.

Lo cierto es que el grado de Medicina en Alicante no ha hecho más que toparse con obstáculos. La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), organismo dependiente del Ministerio de Educación y responsable de autorizar las nuevas titulaciones, devolvió la memoria del grado a Alicante para que se concretaran las plazas para las prácticas, algo que la UA hizo a principios de enero. Al no haber puesto pegas al plan de estudios en sí y una vez solventado el tema de las prácticas en el campus alicantino esperaban la aprobación un par de meses después. Pero en una petición muy poco frecuente, la Aneca solicitó más información sobre la organización del grado en la Universidad de Alicante de manera muy detallada. El Vicerrectorado de Estudios elaboró entonces un informe pormenorizado con el número de profesores previstos, que serán un mínimo de 60, así como sus perfiles por áreas de conocimiento y su categoría, es decir si serán catedráticos, profesores titulares o asociados. También los laboratorios de los que disponen para los estudiantes de Medicina, cómo se organizarán las rotaciones y el personal que se encargará de los mismos. El vicerrector, Enrique Herrero, dijo entonces ser «optimista» porque la petición de la Aneca no aludía a «temas sustanciales». De esta última petición de información han pasado ya casi dos meses, el tiempo que suele emplear la Aneca en estudiar la documentación antes de pronunciarse de nuevo, por lo que en la UA esperan en breve la decisión definitiva. Si es favorable será el Consell quien tenga la última palabra.

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