Aceras pringosas, resbalones y coches rebosantes de flores moradas llenas de melaza que ensucian los parabrisas hasta el punto de que en barrios como Babel, en los que el aparcamiento no sobra, los conductores dejan huecos libres para evitarse los efectos de la jacaranda. Y es que esta especie propia de la América intertropical y subtropical que tiene una llamativa flor y da mucha sombra atrae a las plagas en esta época del año por el clima Mediterráneo.

La principal es la del pulgón, que segrega una especie de resina (es su excremento) que trae de cabeza también a los servicios de limpieza. Al llegar el calor, comienza a caer la flor, que no tendría mayor problema que el barrerla, pero se infestan de pulgones que dejan pringosas aceras y coches. En los últimos años, el tripartito estaba probando un tratamiento biológico a base de mariquitas, insectos depredadores de este pulgón (cajitas con más de 700.000 colocadas en los árboles), pero este año el Ayuntamiento del PP ha querido redoblar la lucha contra la plaga de la jacaranda sumando también un tratamiento de pulverización para tratar el arbolado con una mezcla de productos biológicos no químicos, buscando una mayor efectividad.

Es la Concejalía de Medio Ambiente la que se encarga de estos trabajos que, según el edil Israel Cortés, se han duplicado con respecto al pasado año. Hay equipos para combatir el pulgón en centenares de calles, plazas y parques, indica, como Lo Morant, Juan Pablo II, Pau 5 y la Marjal. Asimismo, trabajan en más de diez colegios con este arbolado situados en Babel, San Blas, Juan XXIII, El Rebolledo o Verdegás.

«Desde que comenzaron los trabajos a principios de abril se han tratado más de 17.000 unidades de arbolado y arbustivas, entre los tratamientos de pulverización y lucha biológica, con sueltas de depredadores y parasitoides, desinfectando cientos de áreas de Alicante con estos dos procedimientos de actuación y a través de productos biológicos», señala.

El primero de los tratamientos es la lucha biológica con suelta de depredadores, que consiste en liberar insectos en los árboles para atacar directamente a estos artrópodos. Se emplea sobre todo la mariquita. De acuerdo a este tratamiento, se infiltran en el pulgón desarrollándose en el cuerpo de este huésped y le termina matando. Los depredadores pueden dispersarse activamente en busca de sus presas, «y es por ello que tienen una gran importancia como agentes de control biológico de insectos plaga como el pulgón». Por otra parte, se aplican por la noche sobre las jacarandas tratamientos de pulverización con camiones cuba que consisten en una mezcla de productos no químicos. «Se trata con productos biológicos, menos agresivos y respetuosos con el medio ambiente, erradicando progresivamente esta plaga, realizando seguimientos en el arbolado y segundos tratamientos en caso de ser necesarios».