Investigadores de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante alertan del riesgo que supone para la integridad de la fuente de Luceros el que se sigan disparando mascletàs en este enclave al considerar, según las mediciones e informes que han realizado, que las pantallas protectoras instaladas alrededor de cada caballo «no son eficaces para garantizar su conservación», de ahí que reclamen medidas adicionales para preservar el monumento. El Ayuntamiento considera en cambio que se toman las medidas adecuadas y suficientes, y que los caballos están protegidos, aunque los informes serán estudiados por los técnicos una vez que pasen las fiestas por si se considerase necesario tomar medidas adicionales.

Los disparos se realizan «contraviniendo nuestras recomendaciones», señalan desde la Universidad. Éstas quedaron recogidas en los estudios realizados en 2016, y los investigadores quieren ponerlas de relieve en las Hogueras del 90 aniversario, en las que se dispararán trece mascletàs, casi el doble que hace unos años. Hoy y mañana hay fuegos a las 14 horas.

El impacto de las mascletàs sobre el monumento está recogido en un artículo publicado en la revista «Procedia Engineering» por miembros del grupo de investigación Grupo de Simulación, Modelización y Ensayo de Estructuras de la Universidad de Alicante. Se trata de un estudio dinámico de estructura, realizado en 2016, sobre la fuente de Bañuls.

Tras esta investigación, los expertos proponían medidas correctoras como el recorte del tiempo mínimo del concurso entre 30 segundos y un minuto, que se introdujo; así como el alejamiento del terremoto final de la fuente para evitar la zona hueca de la estación del tranvía que actúa como caja de resonancia; la colocación de elementos aislantes bajo los morteros de los fuegos aéreos; y la mejora del aislamiento de los cajones que se colocan sobre los caballos.

Según los investigadores, la vibración de las explosiones pirotécnicas provocan microfisuras que pueden generar desprendimientos y daño a la estanqueidad de la fuente como ya ha sucedido. Y avisan que la estructura de hormigón armado de la estación del tranvía que está construida justo debajo de la fuente a largo plazo puede verse dañada. Algo que podría extrapolarse a construcciones próximas. Propietarios de dos edificios de Luceros ya desvelaron que han tenido que hacer frente a derramas de hasta 3.000 euros por destrozos en las fachadas que achacan a las mascletàs.

Los investigadores del Departamento de Ingeniería Civil, liderados por el catedrático Salvador Ivorra Chorro, concluyen que los niveles de vibración registrados en cada mascletà, a nivel del suelo y a tres metros de altura sobre el monumento, exceden de los límites recomendados en estándares internacionales y españoles.

La restauradora municipal, Luisa Biosca, recordó ayer que fue el propio Ayuntamiento (entonces dirigido por el tripartito) el que pidió esas mediciones. «Nosotros encargamos dos estudios seguidos, uno lo hizo una empresa acústica y el otro ingenieros de la Universidad con mediciones dos años consecutivos, y lo que dice es lo que hay. Nos explicaron que la plaza, al ser hueca por la estación del tranvía, hace de caja de resonancia, y la transmisión por el suelo es mayor». «Ante la evidencia se encargan los estudios. Luego hay que ver cómo lo evitamos y el presupuesto, pero las cosas van lentas. Es verdad que cada vez hay más mascletàs, y si ellos -los ingenieros- lo dicen, no lo pongo en duda. Habrá que solucionarlo». Biosca aclaró que el nuevo Ayuntamiento mantiene las medidas de seguridad decididas con anterioridad.

Desde Aguas de Alicante, que patrocina los cajones protectores de los caballos, indicaron que ellos ponen el recubrimiento desde 2004 siguiendo las instrucciones del área de Patrimonio.