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Hogueras de San Juan 2018

Cumbre de Belleas

Nueve mujeres que han representado a las Hogueras en distintas décadas cuentan a la corte del 90 aniversario cómo ha cambiado el cargo

Foto de familia en la que aparecen diez Belleas del Foc y las Damas de este año, en el salón Imperio del Casino. pilar cortés

«Me sorprendió la edad tan temprana en que fue elegida Bellea del Foc y esa pose cinematográfica en las fotos. Parecía una actriz de Hollywood». A Aleida González, representante de las Hogueras de 2018, le marcó el encuentro con nueve de sus antecesoras de distintas épocas de la Fiesta y especialmente conocer a Maruja Guillén, Bellea del Foc de 1949, quien le aconsejó «disfrutar y quedarme con el cariño de las personas». Entre ellas hay casi 70 años de historia festera. Otro detalle que fascinó a Aleida, al igual que a su dama Sandra Sánchez, fue que en los años 40 llevaran dos bandas: la de alicantina y la del distrito.

Maruja Guillén enumeró en el salón Imperio del Casino, donde se celebró esta «cumbre» de Belleas del Foc, algunos de sus recuerdos más vívidos. «Antes todo era más sencillo, no había tanto dinero. Ahora se van de viaje, a nosotras nos llevaban con la banda de música de pasacalles por la Plaza de Toros, y a los centros de mayores y de niños a llevarles obsequios».

La Bellea del Foc de 1949 tenía 15 años cuando fue elegida. «Ahora son más mayores y muy altas», decía mirando hacia arriba, a Aleida, con su 1,81 de estatura. «Llevábamos el pelo suelto y una manteleta encima de la cabeza, bordada por Don Tomás». Se refería a Tomás Valcárcel (quién sustituyó el concurso de la reina de fiestas por el festival de la Bellea). «Las preferían más jóvenes y más inocentes», dijo.

Él se fijó en la joven cuando fue a su casa de La Florida con motivo de la decoración de la carroza de la hoguera. «Mi madre murió cuando yo tenía 9 años, éramos cinco hermanas y mi padre no nos dejaba. Mi primo estaba en la comisión, habló con él, y dio permiso si me vigilaba».

Maruja fue elegida en el Monumental. «Los camerinos estaban debajo del escenario y no se oía nada. Cuando vinieron a buscarme como Belleza del Fuego fue una sorpresa», contó la festera, casada con Miguel Cerdán, pintor que colabora con hogueras.

En el Casino se reencontraron otras mujeres que han representado a las Hogueras en distintos años. Como Aurora Martínez, Bellea del Foc en 1963, quien contó que después de su cargo presentó un programa sobre la provincia en la segunda cadena de Televisión Española. «Un día en Prado del Rey nos reunimos un montón de señoritas. Les gustó mi cara y dijeron que me quedara. Mi hermano, que estudiaba Medicina en Madrid, me metió en el tren y me mandó para Alicante. Era jovencita, me callé y perdí la oportunidad». Las representantes de 2018 escuchaban sin pestañear a Aurora cuando añadía que hace poco se lo recordó y que él le contestó: «¿Qué iba a hacer contigo en Madrid?». Su padre tampoco le permitió presentarse a Miss Alicante.

Alicia Crevillén, Bellea del Foc de 1992, recordada por su puño en alto en la huelga general de aquel año, no se mostró sorprendida por esas prohibiciones familiares. «Hablamos de la época de Franco, cuando una mujer no podía abrir una cuenta en el banco sin la autorización del padre o el marido. Más me sorprendía que hasta hace poco el reglamento de las Hogueras incluyera condicionantes como la edad o no tener cargas familiares para ser Bellea».

Alicia, que mostró su mantilla, bordada en oro, a juego con el delantal, relató lo que sufrieron en la Batalla de las Flores de València, donde Alicante iba por primera vez. «Nadie nos dijo que teníamos que llevar raquetas. Nos tiraron montañas de crisantemos. Todo el mundo gritaba y no se oía nada. A Vivian Soriano, una de mis damas, le arrancaron la mantilla de cuajo. Nos protegimos con los abanicos pero fue una guerra. Acabamos con las uñas rotas y los dedos en sangre. Luego nos pidieron disculpas».

Del consejo de llevar raquetas para esta batalla tomó nota la Dama del Foc Marta Ponce. A su compañera en la corte Beatriz Postigo le llamó la atención la experiencia que contó Pilar Valencia, Bellea de 1981, quien viajó a Argentina representando a la ciudad. Pilar mostró fotos en las que aparecía con el traje de huertana y en el Teatro Principal. «Fue el primer año que se hizo allí la proclamación de la Bellea», apuntó.

Grandes cambios

«Nos separan muchos años y han cambiado muchas cosas pero el sentimiento por la Fiesta es el mismo», aseguró la Dama Eugenia Vicedo tras escucharlas. Otra Dama del Foc, Carmen Ortega, calificó de «privilegio» oír tantas experiencias y conocer cómo eran antes las cosas, y Trinidad Alonso se queda con la emoción contenida y con lo «preciosa» que era la indumentaria.

Entre las prendas más admiradas, la falda de tela de casulla con oro, brillante por la noche, que llevó al Casino Terete Caturla, Bellea del Foc de 1979. Explicó que se acostaba maquillada y que llevaba tres enaguas antiguas a la vez debajo de su falda, almidonadas por sus tías. Ella tuvo una propuesta de Rafael Ansón: «Me dijo si me iba a Televisión Española y le dije que no».

Esta belleza aprovechó para fotografiarse con otras dos Belleas del Foc de su distrito, Rambla: Consuelo Rico, de 1971; y Concha Berenguer, de 1972. Ésta contó que su padre no le dejó ser modelo de peluquería. «Salí de belleza porque conocía a Tomás Valcárcel, que le convenció. Era angustioso, no nos dejaban hacer nada y eso que venía de estudiar la carrera en Madrid y vivía allí sola». También recordó que cuando acababa su responsabilidad festera se iba con las amigas así que por la mañana se dormía mientras le arreglaban el pelo. «El ritmo era frenético e iba escocida con el corpiño de terciopelo y las medias que tejía a mano la mujer del torero El Tino pero fue genial».

Consuelo habló de rivalidades entre hogueras. «El presidente de Pío XII y mi padre se pelearon, cogiéndose por las solapas, cuando me eligieron. Me casé en 1974 y me fui a vivir cerca de ese distrito. En un comercio me dijeron que el presidente de la hoguera me buscaba. Cuando le vi, me dijo: eres ideal para ser el año que viene Bellea del Foc. ¡No se acordaba de mí!». Ella mostró su banda, que se deshace y que su madre guardó. Quiere encargar una igual para no perderla. «Conservo el traje pero me queda por debajo de la rodilla», dijo. Se lo hizo Tomás Valcárcel. «Al año siguiente me presenté a Maja de España y fue elegido el mejor traje regional». Su nieta, Nerea Ruiseñor, es belleza infantil de Pla Metal. «Mi año fue el único en que salieron dos Belleas del Foc infantiles, Dulce y Luz Nicolás, hijas del gobernador civil». Su rostro ilustró la guía telefónica de Alicante, «y como el turrón, entré en todas las casas».

Inmaculada Beltrán, de 1974, explicó que sus padres le acompañaron a las Fallas. «Nos hospedábamos en un hotel donde estaban los toreros y me presentaron a Manzanares, que era jovencillo y monísimo. Cuando entré con mi traje, todo el mundo me aplaudió. Eso me impactó». Y explicó que era «maría despiste» y no se dio cuenta de que en la elección llevaba prendido el número al revés ni de que se le veían las medias debajo del vestido blanco que entonces llevaban. «El gobernador civil estaba preocupadísimo, se me cerró el estómago y solo me entraba la tortilla francesa».

También contó sus recuerdos Maribel Álvarez, de 1978. «Fue un año de cambio político, con muchas manifestaciones. En el desfile de San Pedro pararon la Cabalgata y los Bomberos tuvieron que venir a rescatarnos con una escalera. Uno guapísimo subió a bajarme», rememoró tras afirmar que le daba miedo no hacerlo bien. «Cuando me eligieron, me quedé en shock. Las demás vinieron en tropel a felicitarme y me llevaron en volandas. Tomás Valcárcel se apoyó en mí y me dijo: 'No sólo eres la Bellea, eres la Bellea del cincuentenario'».

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