En una conocida plataforma de alquiler de viviendas en internet hay una extensa oferta de pisos para Hogueras en Alicante muchos de los cuales ya se han ocupado. Hay quien pide cien euros la noche por una habitación o mil por un piso de dos cuartos en el centro del 20 al 25 de junio. También las inmobiliarias ofrecen alquileres de Hogueras y no se quedan atrás las plataformas de alquileres turísticos.

Las Hogueras son para muchos un negocio, y no sólo por la llegada de turistas que quieren disfrutar de las fiestas y que ocupan hoteles y pisos turísticos, sino también porque no son pocos los alicantinos que viven lejos del casco urbano y que alquilan un piso estos días para estar más cerca, sobre todo en el caso de festeros que, por comodidad y para no tener que coger el coche, intentar trasladarse al centro. Es el caso, por ejemplo del presidente de la hoguera de Florida Portazgo, José Francisco Muñoz, quien vive cerca del Rebolledo y que estos días alquila un piso en la Florida.

El presidente de la Federación de Hogueras, Manuel Jiménez, ha señalado en este sentido que «las pensiones del centro de Alicante y muchos pisos de alquiler están llenos estos días de foguerers que viven en las pedanías o en otras localidades». Los que tienen suerte y cuentan con una vivienda en la ciudad además de su habitual lugar de residencia, se ahorran el alquiler. Como Yoel Montoro, festero hasta la médula y vecino de la pedanía de Monnegre quien indicaba ayer a este respecto que «tenemos una casa en la partida y otra en Alicante, y estos días nos venimos para el centro para poder disfrutar de las fiestas sin tener que ir y venir».

No son pocos los alicantinos que hacen exactamente lo contrario que Montoro o que Muñoz y que «huyen» de las Hogueras. Ancianos, enfermos, familias con bebés, dueños de animales o simplemente vecinos a los que no les gusta la Fiesta o que no aguantan las noches sin dormir por el escándalo de la barraca de su calle, se marchan estos días. Muchos de quienes tienen un apartamento en la playa, se trasladan. Es el caso de Juan José Gómez y su mujer Laura. «No es que no nos gusten las Hogueras, sino que no podemos vivir en el piso de Alicante», confesaba ayer este ingeniero alicantino jubilado desde su casa en la playa de San Juan. El problema, según indicaba el matrimonio, es que tienen una hoguera justo debajo de su piso y no lo aguantan «así que nos venimos a la playa y como las mascletàs nos gustan, nos cogemos el Tram todos los días para verla pero luego nos volvemos aquí y podemos descansar».

También son muchos los alicantinos que se marchan de viaje estos días, aunque la duración de estas escapadas está limitada por el trabajo, ya que la mayoría de días siguen siendo laborables. «Yo sin duda me iría pero tengo que trabajar así que me toca aguantarme», indicaba Raúl Medina, un mecánico de coches que considera que el horario de la música de las barracas y racós debería limitarse más cuando el siguiente día es laborable. «Es un infierno. Yo no me puedo marchar por el trabajo, vivo en La Florida y entre petardos, música y gritos no pego ojo. Además tengo un niño pequeño que anda todo el día alterado porque no duerme bien, pero no podemos hacer nada. Si tuviéramos donde ir, no nos quedaríamos en Hogueras, al menos mientras mi hijo sea pequeño».