Huyeron de sus países para buscar una vida mejor o, incluso, para salvar su vida. Cruzaron el Mediterráneo hacinados en un barco con más de 600 personas reclamando un puerto de acogida. Hace 15 días desembarcaron en València y horas después, 115 de estos menores, adolescentes de entre 12 y 17 años llegaron a un centro de acogida de la ciudad de Alicante. Pero aquí, el «tierra firme» tampoco han encontrado la paz que van buscando.

A mediodía de ayer domingo se produjo una pelea entre migrantes adolescentes del Aquarius que viven en el centro. Fuentes de la Policía Nacional aseguraron ayer que varios jóvenes se enzarzaron en una discusión, que fue subiendo el tono de agresividad verbal, para llegar incluso a las manos y a que uno de los refugiados recibiera un golpe en la cara, lo que obligó a que los servicios sanitarios lo atendieran de sus heridas.

Las mismas fuentes policiales confirmaron que esta no es la primera vez que se produce un altercado entre estos jóvenes, la mayoría de edades similares pero procedentes de países muy distintos, tanto africanos como asiáticos, que desde hace dos semanas comparten refugio en Alicante.

El incidente de ayer domingo obligó a desplazar hasta el centro de acogida a varios vehículos de las fuerzas de seguridad, tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local. Al mismo tiempo (como se aprecia en la fotografía), una ambulancia estuvo aparcada a la puerta del albergue mientras los sanitarios atendían a los implicados en la refriega.

El incidente de ayer obligó a intervenir tanto al personal que trabaja en el centro público, propiedad del Consell en Alicante, como a los trabajadores y voluntarios de Cruz Roja que prestan su servicio diario en este centro.

Fuentes de Cruz Roja, por su parte, rechazaron realizar valoraciones y remitieron a formular cualquier «consulta a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que es quien tienen la tutela y la responsabilidad sobre esos menores».

Por parte de la Conselleria que dirige la vicepresidenta Mónica Oltra, se limitaron ayer a afirmar que desde que se ha puesto en marcha la nueva gestión en los centros de menores «hemos puesto a disposición de estos lugares los mejores medios posibles». Según la Conselleria, «se está contando con los mejores profesionales, los mejores psicólogos, educadores juveniles e intermediadores culturales con los que es más difícil que ocurran esos incidentes».

Mezcla de nacionalidades

El domingo 17 de junio llegaron a València inmigrantes de 31 países, la mayoría africanos, como Sudán, Argelia, Eritrea o Nigeria, aunque también desembarcaron representantes de países asiáticos, como Afganistán y Pakistán. Cada uno con su historia personal de sufrimiento y desarraigo, y todos ellos con sus creencias o costumbres muy asentadas, que ahora entran en choque con otras culturas o credos de sus nuevos compañeros de vida en Occidente.

Cabe recordar que días después de su llegada, un grupo de veintinueve inmigrantes alojados en el albergue alicantino se fugaron del centro de menores y fueron interceptados a las pocas horas por las Fuerzas de Seguridad.