Con el repunte de la construcción y el aumento de las reformas en viviendas particulares, proliferan las escombreras ilegales en los barrios más periféricos de Alicante y en las partidas rurales. La concejalía de Limpieza que dirige el popular Israel Cortés está elaborando un mapa de puntos negros donde se han detectado vertidos de obra, a la vez que se han incrementado los mecanismos de control de este tipo de incívicas actuaciones «activando un operativo de vigilancia policial contra el desescombro en horas clave en las que se sospecha que se acude» a arrojar restos de obra.

La mayor parte de los puntos negros en materia de desescombro proliferan en el extrarradio de Alicante, «están menos controlados y cualquier particular que disponga de la famosa licencia exprés puede iniciar una obra en casa. Esos residuos pueden acabar donde no se debe».

Técnicos del área de Limpieza están identificando los puntos más conflictivos, entre ellos el entorno del Cementerio de Alicante y el polígono industrial Llano del Espartal, donde el problema no es nuevo sino de años pero se ha recrudecido en los últimos tiempos. Como recordó Cortés, hace seis meses, cuando aún estaba el PSOE gobernando, se retiraron 360 toneladas de escombros y basura de esa zona. El PP realizó hace un mes una segunda limpieza después de que volviera a llenarse de residuos, y procedieron a recoger 85 toneladas. Ahora está de nuevo repleta de basura y escombros en un problema que se cronifica.

«Es un disparate, y no sólo ahí sino en más puntos, especialmente en el extrarradio. Hay en Ciudad de Asís, en Juan XXIII, en Virgen del Remedio, Virgen del Carmen, en Rabasa, en el PAU 2. En las afueras, en la zona que linda con descampados, en las partidas rurales...». Dado que la Policía, pese a que el Ayuntamiento asegura que se ha redoblado la vigilancia de estas zonas, no acaba de disuadir a quienes arrojan los escombros, «pues esperan a que se vayan los agentes para tirarlos», el equipo de gobierno baraja otras soluciones. «Se están estudiando, seriamente y a futuro, medidas que pudieran ser mucho más efectivas contra el desescombro ilegal como el uso de cámaras en zonas identificadas como sensibles y la utilización de drones. De ellos también se habló para el control de playas cuando aparecieron las medusas carabelas. Uno de los usos que se le podrá dar es la vigilancia de las escombreras. Podría ser una medida disuasoria muy potente porque la gente no es capaz de saber cuando es identificada con un dron o desde dónde». El concejal afirmó que «no es un disparate, hay ciudades que ya lo están utilizando y es útil para muchas cosas, aunque se necesita personal cualificado».

Limpieza está manteniendo reuniones con otras áreas municipales como Urbanismo y Protección Animal dado que en algunos puntos de desescombro y donde afloran vertederos ilegales de basura están proliferando cerdos jabalíes. El Ayuntamiento quiere reforzar los mecanismo de control, de ahí que las Concejalías de Limpieza y Urbanismo pretendan coordinarse mejor para garantizar el cumplimiento de los planes de gestión de residuos que se tienen que incluir en los proyectos cuando se tramitan las licencias de obra nueva o demolición. «La idea es asegurar la correcta trazabilidad del residuo desde su origen hasta su destino final. Que se cumpla la ley, que su destino sea el correcto y que no se desescombre en cualquier sitio. Con esa supervisión de Urbanismo podemos asumir desde Limpieza el control final de dónde va el escombro y que la gestión sea la adecuada».

Limpieza reclama a Urbanismo recibir toda la información de las licencias que se conceden de obras nuevas y demolición, para conocer los planes de eliminación de residuos. «Es obligatorio presentarlos y se pueden exigir en el documento final. El que tengamos acceso a estos planes de gestión de residuos y al proyecto de obra nos permite conocer que los escombros se han llevado al lugar que les corresponde. Controlamos el tipo de residuo y el destino. Si no tenemos el documento que certifica que los han llevado a su lugar es que han acabado en otro al que no debían ir». El Ayuntamiento también quiere instalar contenedores específicos para estos vertidos en las zonas donde se detecten para facilitar el desescombro, para lo cual se estudiará con la empresa de limpieza, UTE Alicante, la frecuencia de su recogida. Cortés recordó asimismo a los particulares que el Centro de Tratamiento de Residuos (Cetra), que está en Fontcalent, y el ecoparque de la carretera de Elche, en Agua Amarga, son dos lugares para desescombrar. «Hasta 500 kilos es gratis, y no todo el mundo lo sabe. Es algo que queremos corregir y darle difusión para que la gente que se dedica a obras pequeñas y particulares pueda desescombrar allí sin cometer ninguna irregularidad».