Medalla de bronce. Es el premio que se ha llevado Carlos Ramón Guevara de su «aventura» en Teherán, donde participó entre el 15 y el 22 de julio en las Olimpiadas Internacionales de Biología. Un gran resultado teniendo en cuenta que «las pruebas eran muy difíciles» y que competían 269 jóvenes de todo el mundo.

El examen no se le ha dado nada mal este año a la delagación española, formada por Carlos Ramón Guevara, Joan Escrivá, de Gandía; Félix Haba, de Palafrugell; y Elisa Marañón, de Sevilla. Todos han vuelto a casa con el bronce, lo que supone el mejor resultado de la representación española en la historia de estas pruebas. Y eso que el alicantino no salió muy satisfecho de la parte práctica «porque no me dio tiempo».

Carlos Ramón terminó el curso pasado Bachillerato en Maristas y es un apasionado de la ciencia. Se presentó a las fases local y nacional de las olimpiadas y las superó, por lo que fue seleccionado para participar en las internacionales, que ha ganado la vietnamita Nguyen Phuong Thao. «Yo apuesto por que ganará algún estudiante asiático», vaticinó el alicantino poco antes de partir a las olimpiadas y acertó.

De cara a prepararse para este reto, Carlos estuvo desde que acabó las clases hasta que se fue a Irán dando clase y realizando prácticas en la Universidad de Alicante bajo la dirección de los profesores de Fisiología Vegetal Javier Mangas e Idoia Garmendia. Allí pudo profundizar en fisiología animal y vegetal, biología celular, genética y botánica.

El curso que viene empezará la universidad y en un futuro se imagina investigando sobre el envejecimiento para «conseguir mejorar la calidad de vida durante el proceso de envejecer y aumentar los años de vida plena», explica este alumno brillante con vocación científica.