n No hay que alejarse mucho en el mapa de la vieja Europa para encontrar países que realmente están teniendo un problema con el sarampión este año. Cierto es que Ucrania está pulverizando todos los récords este año con más de 23.000 afectados y en Serbia han notificado ya 14 muertes por la enfermedad (de las 37 registradas hasta ahora) pero en países no tan lejanos como Francia o Italia también tienen cifras a tener en cuenta. Según el último informe emitido esta semana por la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Francia e Italia son junto con Georgia, Grecia, Rusia, Serbia y Ucrania los siete países de la región en los que ya se han sobrepasado los 1.000 infectados en los primeros seis meses del año.

Los registros en estos países están ayudando a que la cifra de infectados en lo que va de año, con más de 41.000 niños y adultos, supere ya a todos los de la última década, en la que se habían hecho grandes avances contra la enfermedad: en 2016 en la misma región europea se contabilizaron 5.273 casos.

Según la Comisión Regional Europea de Verificación (RVC) de Eliminación de sarampión y de rubéola, los últimos planes puestos en marcha para erradicar la enfermedad habían conseguido que en 43 de los 53 países de la región europea se hubiera interrumpido la transmisión endémica del sarampión, según datos de 2017 pero, sin embargo, la «inadecuada» vigilancia de la enfermedad y unas «bajas» ratios de inmunización en algunos países estaban facilitando que la transmisión de la enfermedad se reactivara en países donde ya se había dado por erradicada.

«Este retroceso parcial demuestra que cada persona que no es inmune es vulnerable, sin importar donde vive, y cada país debe seguir trabajando para incrementar sus cuotas de cobertura y cerrar los agujeros de inmunización», según Nedret Emiroglu, director de la división de Emergencias sanitarias de la Oficina Regional para Europa de la OMS.