Una exposición... solo al alcance de un segmento de la población. Y es que a la muestra «Alicante en Guerra», promovida por la Concejalía de Cultura y su departamento de Memoria Histórica dentro de los actos organizados en homenaje al 80 aniversario del bombardeo del Mercado Central, sólo pueden acceder personas sin problemas de movilidad, ya que el ascensor que conecta la planta baja con el cuarto piso del Palacio del Portalet, en la céntrica calle Labradores, lleva fuera de servicio desde finales de julio, apenas unos días después de que se abriera al público una exposición que es gratuita y que está disponible hasta el próximo domingo 30 de septiembre.

Según denuncia la exconcejala de Memoria Histórica y portavoz adjunta de Compromís, María José Espuch, la muestra sobre uno de los episodios más sangrientos de la Guerra Civil no puede ser visitada por personas con movilidad reducida, ya sea por ir en silla de ruedas o por no poder los escalones que comunican la planta baja con el último piso del edificio.

«Hemos venido a visitar la exposición y cuál ha sido nuestra sorpresa cuando vemos que no es accesible para muchos alicantinos y visitantes. El ascensor está averiado desde el 20 de julio y a día de hoy aún permanece el cartel de fuera de servicio», señala la concejala de Compromís, a puertas del Palacio del Portalet, que abrió sus puertas para uso municipal hace poco más de un año tras más de una década de obras para su rehabilitación.

Tal y como subraya la exresponsable de la Concejalía de Memoria Histórica (un departamento hoy incluido en la Concejalía de Cultura que dirige la popular María Dolores Padilla), la exposición sobre la Guerra Civil en Alicante ha cumplido la mitad de su tiempo previsto de apertura con el ascensor roto.

La muestra, a cuya inauguración acudió el alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, abrió sus puertas el pasado 17 de julio, mientras que el ascensor, según denuncia Compromís, se rompió definitivamente pocos días después. Fuentes municipales añaden que el elevador también se averió el propio día de la inauguración, quedando atrapada una persona durante una hora.

«Van pasando los días, la exposición acaba el 30 de septiembre y durante el último mes no ha podido ser visitada por personas con movilidad reducida», prosiguió ayer Espuch, quien reclama al gobierno del PP que ponga solución a un problema que ha afectado a la exposición al menos durante la mitad de su tiempo de apertura al público.

La muestra también ha contado con otro hándicap. Y es que en la segunda planta se había organizado la proyección de un cortometraje sobre el 25 de mayo, la fecha en la que la aviación fascista italiana bombardeo el Mercado en 1938, dejando más de 300 muertos. La sala, sin embargo, se cerró por mantenimiento.

El visionado, según fuentes municipales, se ha trasladado a la cuarta planta. Allí lo pueden ver, eso sí, personas sin problemas de movilidad.