"Tenemos un gran aliado en la saliva", asegura el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante (COEA), que afirma que la escasez del líquido elemento puede acelerar la creación de placa bacteriana en nuestra boca e incluso provocar caries o infecciones en nuestras encías, mucositis y gingivitis, así como hipersensibilidad dental.

De ahí, que entre los consejos de salud bucodental, aunque pueda sonar raro, se diga a menudo que mascar chicle -siempre sin azúcar- previene la caries. No es el hecho en sí, pero efectivamente este gesto favorece la producción de saliva y esta sustancia, por sí misma, protege contra algunas de las enfermedades bucodentales más comunes.

El Colegio de Dentistas de Alicante alerta desde hace años de la necesidad de beber suficiente agua para mantenerse hidratado desde la cabeza a los pies, pero también para tener hidratada nuestra boca. Al menos dos litros diarios. «La deshidratación puede dañar nuestra salud bucodental», señalan desde el Colegio.

¿A quién afecta más la deshidratación?

Como siempre, deben tener especial cuidado las personas mayores, los niños y los enfermos. Más aún en época de calor. «Los colectivos de riesgo deben ser protegidos, pero a menudo olvidamos que la deshidratación también puede acelerar una caries o una infección en nuestras encías", afirman desde el COEA.

Las glándulas salivales producen entre 1 y 2 litros de saliva al día, líquido que actúa como un gran desinfectante y, por tanto, es un protector natural de nuestros dientes de lo más eficaz. También el consumo de frutas y verduras, que son alimentos con una gran cantidad de agua, son altamente recomendables para mantener una boca sana. Cuatro o cinco piezas de frutas o verdudas al día sirven para hidratarnos y para evitar enfermedades bucodentales graves.

La función de la saliva

El papel de la saliva, según asegura la Fundación Dental Española (FDE) -organismo dependiente del Consejo General de Dentista- en el "Libro Blanco sobre Saliva y Salud Oral", es fundamental para el mantenimiento, diagnóstico y prevención de enfermedades en nuestra boca. Este líquido elemento encierra una serie de información que puede ayudar a los profesionales de la odonto-estomatología a identificar la presencia de diferentes patologías, así como a conocer la predisposición de una persona a desarrollar enfermedades como la caries.

Este hecho permitirá aplicar mayores medidas de prevención. De hecho, la saliva tiene una gran relación con los tratamientos odontológicos influyendo en el éxito o fracaso de muchos de ellos.

Casi toda la saliva es simplemente agua, concretamente el 99% de la misma, pero hay un 1% mínimo e indispensable que sirve para revelar hábitos y patologías, tanto actuales como futuras. Los iones de calcio y fósforo de los que se compone la saliva tienen un gran efecto reparador frente a las bacterias y los ácidos, principales culpables del deterioro y desgaste del esmalte dental.

Además, la saliva arrastra los restos de alimentos y bacterias, impidiendo que se adhieran a los dientes y que acaben generando caries.

Este líquido natural ayuda a controlar el PH de la boca y contiene anticuerpos que combaten las bacterias nocivas para nuestra salud bucal.

Evitar la sequedad bucal

Ante todos los beneficios citados anteriormente, evitar la sequedad bucal se hace preciso. Al secársenos la boca, nuestros dientes y encías sufren al carecer de protección y se vuelven más vulnerables a las amenazas externas.

El consumo de alcohol o el deporte resecan la boca. Ante ello, la hidratación constante de nuestra boca nos evitará males mayores en nuestra salud bucodental. También es esencial disponer de la cantidad de saliva adecuada, pues esta es esencial para la digestión y, sin ella, no podríamos tragar bien los alimentos y se complicarían las digestiones.

Distinguir los sabores de los alimentos, la deshidratación y el habla también se producen, en parte, gracias a la acción de la saliva.

7 consejos contra la sequedad bucal:

1.- Beber, al menos, dos litros de agua al día

2.- Comer cuatro o cinco piezas de fruta o verdura a diario

3.- Algunas medicinas secan la boca, hable con su médico para valorarlo

4.- Evitar alcohol y tabaco

5.- Manten una correcta higiene dental

6.- Acude a tu dentista

7.- Si padeces estrés o depresión, revisa con más frecuencia tu boca