n El incremento de las temperaturas propiciará que los agricultores puedan anticipar la plantación de sus cultivos, pero las plagas crecerán entonces de forma aún más rápida, al añadir generaciones adicionales durante el período de crecimiento. Esto significa que muchas plagas experimentarán aumentos importantes de población al final de la temporada correspondiente.

El aumento de las temperaturas favorecerá a las plagas con ciclos reproductivos cortos y múltiples generaciones anuales. Debido al aumento de la tasa de desarrollo a temperaturas más altas, las plagas podrían añadir aún más generaciones y así podrían alcanzar potencialmente una población mucho mayor al final de la temporada. El efecto máximo se puede esperar en aquellas regiones donde las temperaturas eliminen por completo las heladas, lo que permitirá que se reproduzcan durante todo el año. Los efectos de estos cambios en la diversidad de los ecosistemas naturales y agrícolas probablemente serán profundos.

Rafael Gregory (Asaja), productor de nísperos en la Marina Baja, sostiene que, de momento, no tienen problemas de plagas pero sí han observado que el calentamiento y el aumento de las temperaturas en el invierno está provocando que se adelanten las cosechas porque el árbol trabaja mucho. «De momento a los productores nos ha venido hasta bien debido a que llegamos antes al mercado pero, claro, para garantizar la cosecha es necesario contar con agua. Plagas no hemos detectado ni nuevas, ni aumento de la incidencia de las habituales», subraya Gregory.