n La tecnología desarrollada por la Fundación Santa María la Real, fundada por el arquitecto y dibujante José María Pérez, Peridis, permite la toma de decisiones con datos objetivos, destacó el director general, Juan Carlos Prieto.

Los sensores y dispositivos ofrecen información del estado de la estructura de los inmuebles, de la grietas y su evolución, de la humedad y las condiciones atmosféricas y también sobre sus usos.

Así, «en lugar de hacer las cosas a ojo se puede tomar la decisión más acertada en cada momento», añadió Prieto ahorrando costes y aumentando la eficiencia. Este experto puso como ejemplo que en la Catedral de Palencia apareció una grieta que se quiso subsanar enseguida, pero que con los sensores comprobaron que «no se movía para nada, así que no fue necesario realizar esa inversión».

La experiencia de la fundación es vasta y por ese motivo les encargaron monitorizar la muralla de Ávila, donde se habían detectado algunos problemas. «Son más de dos kilómetros de muralla con cuatro metros de grosor y pusimos sensores dentro y fuera. En un año conocíamos exactamente la patología sobre la que había que intervenir», explicó. Y fue precisamente en estos trabajos donde se amplió la idea de «smart city». «Pusimos sensores también en las puertas y evitamos así el paso de determinados vehículos que se adentraban y después se daban cuenta de que no cabían», precisó Prieto.

Además, el Internet de las Cosas se extendió al resto del conjunto monumental y permite gestionar la presión turística al detectar los momentos de mayor aglomeración, así como ofrecer información a residentes y visitantes.

«Cuando pensamos en smart cities solemos imaginar el tráfico y los semáforos y en todos los lugares se utiliza prácticamente lo mismo, pero el patrimonio es la verdadera seña de identidad de cada ciudad. La combinación de patrimonio y tecnología debería ser natural», reflexionó Prieto. En este sentido, se mostró «encantado» de actuar en Torre Juana y compartir conocimientos con la empresa de Andrés Pedreño.