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Estupor en Castilla-La Mancha por la aprobación del trasvase para enero

El delegado del Gobierno en la autonomía trata de calmar los ánimos asegurando que la apuesta futura es la desalación

La Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía reaccionó ayer con estupor tras conocer la aprobación del nuevo trasvase de 38 hm3 para enero asegurando que se debe a la «avaricia» del sindicato de regantes Scrats y lamentó que la comisión de explotación «ya solo gestiona miseria». En nota de Prensa, la asociación volvió a pedir un «cambio de reglas» en el trasvase y acabar con un memorándum «que solo aportó una tarifa plana para los regantes hasta que la codicia de la agricultura industrial provoque de nuevo la entrada en situación cotidianamente extraordinaria».

El presidente de la asociación, Francisco Pérez Torrecilla, consideró que si «el Levante fuera solidario un par de años, en la cabecera del Tajo podría recuperarse un mínimo de agua embalsada con el que subsistir», y con ello los regantes de Murcia y Comunidad Valenciana «podrían volver a gestionar los embalses a su antojo».

El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Manuel González Ramos, trató de tranquilizar los ánimos, reiterando que sigue apostando por la desalación para reducir los trasvases del río Tajo al Segura. Así reaccionó tras ser preguntado por la aprobación de un nuevo trasvase de 38 hm3 para este mes. González Ramos señaló que la política del agua «no se cambia de la noche a la mañana» y señaló que el Gobierno de Pedro Sánchez fomenta la desalación y «se ha comprometido a que en el plazo de tres años se duplique para que en el Levante no miren una y otra vez a Entrepeñas y Buendia».

En este sentido, señaló que se estima que habrá 200 hectómetros cúbicos mas de agua, lo que significará que «se destinará al Levante menos recursos hídricos del trasvase Tajo-Segura».

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