El paseo más emblemático de Alicante, una de las imágenes más icónicas de la ciudad a nivel nacional e internacional, pierde lustre con el paso de los días. Y todo por un deficiente mantenimiento que se evidencia con los numerosos agujeros que presenta el firme ante la pérdida de las tradicionales teselas que dan forma a esas ondas tricolor que lo caracterizan.

Dar un paseo de un extremo al otro de la Explanada, uno de los espacios de Alicante más visitados por locales y visitantes, supone la constatación de unabandono impropio para un emblema de la capital alicantina. Los principales problemas en el pavimento se detectan en la zona central, en el entorno de la confluencia con la Rambla, donde todavía se sitúa la escultura de «La Mariposa» antes de ser traslada a un parque próximo a la Plaza de Galicia. Ahí, en el paseo, a escasos metros de la obra de Manolo Valdés, se encuentran los dos principales agujeros surgidos recientemente en el mosaico de la Explanada, donde faltan decenas de teselas de los tres colores que la forman: rojo, marfil y negro.

Esa llamativa ausencia de teselas, como así lo constatan los habituales de la Explanada de España, supone una pérdida de lustre de uno de los iconos turísticos de la ciudad y, además, genera un peligro para los viandantes, que pueden tropezar en los agujeros creados por la pérdida de las teselas.

Otro de los espacios más deteriorados de la Explanada se halla en la zona ocupada durante parte del año por la terraza del conocido Peret, en el entorno de la Plaza del Mar, donde la falta de teselas se ha rellenado con tierra, lo que no mejora un ápice la mala imagen.

Pero esos grandes agujeros no suponen una «isla» en el paseo, ya que buena parte del pavimento está «salpicado» de deficiencias por la indudable falta de mantenimiento, tanto en la zona central como en los laterales, sobre todo el más cercano al mar.

La mala imagen que desprenden los evidentes agujeros sobre el mosaico no es ajena a los alicantinos y turistas que recorren el paseo, que no quitan ojo, mientras pasean, a los espacios que se han quedado al descubierto por la pérdida de las teselas. Estos puntos se localizan, sobre todo, en la parte central del paseo entre la Rambla y la Plaza del Mar y en el lateral más próximo al paseo del Puerto en la otra mitad de la vía peatonal, la que finaliza junto a Canalejas.

Diez años

La última remodelación del paseo de la Explanada va a cumplir este año una década. Se llevó a cabo en el segundo semestre del año 2009, aprovechando el plan de inversiones impulsado por el Gobierno del socialista Rodríguez Zapatero. Entonces, con un presupuesto que rondó los 600.000 euros, se procedió al cambio de las 6,5 millones de teselas. Hoy, diez años después, parte de esas teselas han desaparecido, dejando huecos nada acordes con el emblemático paseo.

Antes de las obras de 2009 con la popular Sonia Castedo al frente del Gobierno, la Explanada sufrió otra gran renovación del pavimento, entonces siendo alcalde de Alicante el socialista Ángel Luna. Esa actuación, que se produjo en 1993, costó unos 435 millones de pesetas, unos 2,5 millones de euros al cambio. Este 2019, la Explanada cumple su sesenta aniversario.