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Los hospitales dejan de informar del número de habitación de los enfermos

Los recientes cambios en la Ley de Protección de Datos prohíben que los pacientes sean llamados en voz alta en las salas de espera

En los mostradores de información ya no se facilita el número de habitación de personas ingresadas. RAFA ARJONES

Los datos personales del paciente, el secreto mejor guardado. La aplicación en España, el pasado mes de diciembre, del reglamento europeo sobre protección de datos ha hecho que los hospitales públicos y clínicas privadas se estén poniendo las pilas a toda prisa e introduciendo medidas para garantizar la total confidencialidad de los enfermos.

Algunos de estos cambios son ya patentes. Por ejemplo, a partir de ahora ya no es posible preguntar en el mostrador de acceso de un centro sanitario por la habitación de un familiar o de un conocido que esté ingresado. En centros sanitarios, como algunas clínicas privadas de la ciudad de Alicante, esta medida se aplica a rajatabla y no se proporciona bajo ningún concepto el número de la habitación. En otros centros públicos, como el Hospital General de Alicante, la medida es más flexible. Allí, según explican desde la dirección del hospital, se ha optado por preguntar a los pacientes cuando ingresan si desean que en recepción se facilite el número de habitación en la que están. Aunque pueda parecer que esta medida no tiene mayor dificultad de aplicación, los responsables del hospital aseguran que se pueden generar situaciones complejas. «¿Cómo actuamos si un padre viene nervioso porque su hijo ha llegado por Urgencias tras un accidente y está hospitalizado inconsciente?», se pregunta Luis Mena, director médico del centro sanitario.

A partir de ahora, los hospitales tampoco podrán facilitar información telefónica sobre ningún paciente, aunque sea un familiar directo el que la pida. En los Servicios de Atención e Información al Paciente tampoco darán por teléfono ninguna información relativa a una queja o reclamación y por ningún hospital o centro sanitario podrán exhibirse listados de pacientes.

La norma tampoco permite que los pacientes sean llamados en voz alta en las salas de espera de los hospitales, consultas o centros de salud. La mayor parte de las clínicas privadas ya se han adaptado a este requisito y llaman a los pacientes a través de códigos. Cuando el paciente llega, un terminal informático le asigna una clave y es avisado a través de una pantalla. Fuentes de la Conselleria de Sanidad señalan que se está trabajando para sacar a licitación este sistema para todos sus edificios, de manera que se terminará con la costumbre de llamar a voces a los pacientes que están esperando a ser atendidos.

Uno de los aspectos en los que más incide la norma es en la necesidad de que todos los datos del paciente estén digitalizados, para garantizar su confidencialidad. «Casi todos los hospitales tienen sus historias digitalizadas, el mayor problema lo tendrán aquellos centros que aún trabajen con papel», señala Luis Mena. El hecho de que toda la información del paciente esté en soporte informático hace que sea muy complejo que se filtre. Para acceder a las historias clínicas hay que hacerlo con una tarjeta y una clave de acceso y el sistema registra quién entra, cuándo y qué tipo de información consulta. Los profesionales sanitarios solo pueden consultar información relativa a sus pacientes y éstos pueden solicitar que se les informe sobre quién ha tenido acceso a sus datos. Fuera del ámbito sanitario, solo los pacientes pueden consultar su historia clínica y si desean que un familiar pueda tener acceso a esa información o a un diagnóstico, debe haber una autorización expresa.

Historias digitales

Actualmente, el Hospital General de Alicante tiene digitalizadas 800.000 historias clínicas, que la ley obliga a guardar. «En realidad no obliga a guardar toda la información, solo la más relevante, como informes de alta, de anatomía patológica... pero es más complicado y costoso ir seleccionando la información historia por historia y borrando que guardarla entera», señala el director médico del Hospital General.

La nueva norma relativa a la protección de datos también obliga a que aquellos pacientes que lo deseen puedan tener su historia clínica en soporte digital. Además se mejorará la información relativa a ensayos clínicos, que ahora deben especificar qué uso se hará de los datos de los pacientes una vez concluya la investigación.

Los cambios no afectan sin embargo a la comunicación de datos entre las mutuas laborales y los hospitales públicos, ya que existe una habilitación legal para este intercambio de datos que siempre es confidencial de médico a médico.

Hace año y medio, la Agencia de Protección de Datos ya advirtió a los hospitales de irregularidades detectadas en el manejo de los datos de sus pacientes. Deficiencias que tendrán que ir subsanándose para adaptarse al nuevo reglamento europeo y que en muchos centros sanitarios aún se mantienen. Entre ellas, la obligación de pedir a los pacientes el DNI, junto a la tarjeta sanitaria, para evitar casos de suplantación de la identidad. También se advierte a los centros sanitarios de la obligación de tener carteles informativos en las áreas donde se recaban datos de los pacientes sobre los derechos de protección de datos.

Cada segundo de lo que quede

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mariola sabuco

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