«La conversión tecnológica no es solo una cuestión de ordenadores, pantallas digitales y conexión a internet. No debemos olvidar que la clave son las personas». La reflexión de Armando Barrios, coordinador de formación del profesorado en nuevas tecnologías, desde la subdirección general de la Conselleria de Educación, se concreta este año en la incorporación de un nuevo curso de formación para el profesorado sobre robótica educativa, que se ha lanzado este mes y cuya demanda ya duplica la oferta inicial de 140 plazas.

Esta misma semana, una investigación de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción revelaba que los adolescentes creen que saben más que sus profesores en cuestión tecnológica,y recientemente las primeras jornadas conjuntas de institutos de Informática de l'Alacantí y empresas demandaban también a Educación profundizar en la formación tecnológica para no perder ese tren.

El curso de Robótica forma a los docentes sobre tecnología y matemática enfocada al pensamiento computacional, para que lo trasladen a las aulas de Infantil y Primaria y enseñen a los alumnos a ordenar datos, explica Barrios. Y otra oferta forma específicamente en «Robótica y Programación visual» a docentes de Secundaria, Bachillerato y FP.

«Queremos que la tecnología sea una herramienta cotidiana para mejorar la calidad docente y facilitar la gestión», abunda Barrios. Con este propósito Educación oferta nuevos cursos que favorezcan «un profesorado digitalmente competente y preparado, que use la tecnología para provocar y ampliar la curiosidad del alumnado, pero sin que los gigas, las pantallas y las redes telemáticas nos hagan olvidar lo esencial para enseñar y aprender». Desde la conselleria añaden que si este aprendizaje tecnológico se acompaña de «afecto y sentimiento, tendrá más efecto».

Otros cursos en marcha previamente incluyen temáticas de seguridad en la red, ciberacoso, software libre y uso educativo del dispositivo móvil. Educación tiene previsto este año dar «un salto cualitativo en el uso de los recursos tecnológicos y virtuales de los centros, con el proyecto 'Aulas'». Para optimizar la gestión del programa Moodle, que favorece el aprendizaje virtual, se ampliarán la posibilidades de aprovechar trabajos colaborativos y online del profesorado para el conjunto de los centros.

Transformación

Los colegios de Infantil y Primaria se han dotado ya en los últimos cuatro años de pizarras digitales en todas las aulas, como también confirma un portavoz de los directores de la provincia y vicepresidente de la asociación en la Comunidad, Miguel Andreu. «Es un recurso que antes no teníamos, junto a cañones, ordenadores, y aula de Informática, pero todo debe ir de la mano para actualizar y modificar las herramientas tecnológicas en función del desarrollo de la programación académica», aclara.

Andreu admite que la implantación de las tabletas como elemento educativo no está generalizada todavía. «Hay algunos centros entusiastas y entiendo que las incorporen, pero cualquier cambio debe estar plenamente justificado y, hoy por hoy, no hemos dado el paso porque tenemos que comprobar que la mejoría sea evidente». Barrios comparte que la tecnología es necesaria en la escuela, pero que se debe hacer un uso correcto y que no consiste únicamente en sustituir las pizarras por pantallas digitales. «Estamos transformando la escuela y preparándola para el futuro. Un cambio de aparatos no mejora la educación por sí mismo. De lo que se trata es de producir un cambio conceptual en su uso».