n Pese al elevado número de personas con autismo, lo cierto es que son «huérfanos terapéuticos». «Sólo existen dos medicamentos aprobados para esta población y sólo se utilizan para la regulación emocional», recuerda Ana Peiró. La falta de ensayos clínicos específicos en esta población, sobre todo en el caso de los adultos, hace que al final estén polimedicados, «con el consiguiente riesgo de interacciones entre los distintos medicamentos».

En este sentido, la investigadora del Hospital General de Alicante cree que existe «una urgencia» por desarrollar ensayos clínicos dirigidos a esta población, sobre todo en el caso de los alumnos, ya que en población infantil hay más recursos».

Una ausencia de conocimientos que choca con la salud tan delicada que padecen las personas con autismo durante toda su vida. «De media, las personas con autismo sufren otras tres enfermedades y toman hasta cinco medicamentos».