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José Luis Gascó: «Alicante debe ir evolucionando del turismo de sol y playa a ofertas con más valor añadido»

El catedrático de Organización de Empresas radiografía el turismo en la ciudad, con sus fortalezas y sus debilidades... y con Málaga como referente nacional

El profesor José Luis Gascó, en la Universidad de Alicante. Pilar Cortés

Superada la resaca de Fitur

Alicante es un destino consolidado de sol y playa, aunque esto tiene su versión de debilidad. También destacamos como destino vinculado a los deportes náuticos a través de la antes conocida como Volvo Ocean Race, de fiestas populares muy arraigadas y de gran interés turístico, como las Hogueras, los Moros y Cristianos, la Semana Santa, las Cruces de Mayo, el Carnaval o la romería de la Santa Faz. Tenemos además una gastronomía muy reconocida, vinculada a los arroces. Entre las fortalezas también citaría la buena infraestructura de comunicaciones, tanto aéreas como marítimas y terrestres, con algunas pendientes de mejora.

¿Cuáles urgen más?

El Corredor Mediterráneo que nos debe unir con el resto de Europa a través de Cataluña y, a nivel más local, la mejora de las conexiones con el aeropuerto y con otras poblaciones de la provincia (con la estación intermodal), así como el tren de la costa.

Hablaba de las Hogueras como una fortaleza. ¿Ve acertado promocionar la fiesta en otras ciudades de España y en el extranjero para atraer a más visitantes?

En general, las fiestas locales tienen una importante capacidad de atracción, especialmente en turismo nacional. Así, nuestras fiestas más relevantes, las Hogueras, tienen una fuerte capacidad de atracción de turismo tanto nacional como internacional, convirtiéndose en un fuerte motivo de fidelización de los turistas.

Y entre los puntos débiles... ¿Qué debe mejorar Alicante para ser una mejor capital turística?

La importante dependencia del turismo británico, tanto más peligrosa cuanto menor sea el consenso en el Brexit; el nivel de idiomas y cualificación profesional en el personal directamente vinculado al turismo, tanto en la hostelería como en el comercio tradicional, lo que tiene mucho que ver con la elevada estacionalidad y temporalidad en el empleo. También tenemos en el debe la falta de un Palacio de Congresos que permita optar a grandes concentraciones de profesionales; por ahora sólo podemos acceder en formatos medios con el ADDA. Y, por último,los rígidos horarios comerciales que dificultan la identificación de la ciudad de Alicante como un destino turístico permanentemente preparado para atender a sus visitantes.

Se habla mucho de los cruceros. ¿Cómo se puede conseguir que Alicante sea más que un lugar de paso? ¿Qué debería ofrecer la ciudad a los cruceristas?

El tema es más complejo que pensar qué podemos ofrecer a los turistas, a los que, sin duda, tenemos que proponer más posibilidades cuando vienen a embarcar, con la liberalización de los horarios comerciales y la apertura de la oferta cultural como temas previos que habría que resolver definitivamente, sin los vaivenes a los que los sometemos. Que Alicante sea puerto base de cruceros entiendo que es el objetivo, pero eso tiene más que ver con las navieras, con los precios del Puerto, con las comunicaciones, con la oferta hotelera... Hay muchas cosas que hacer en ese punto, que es importante para el turismo de futuro en la ciudad.

Siempre se habla de desestacionalizar el turismo. ¿Qué pasos se deben dar para conseguirlo en una ciudad como Alicante?

Desarrollando orientaciones turísticas diferentes, lo que exige definir propuestas individualizadas que muestren líneas turísticas distintas o complementarias al sol y playa, que es y seguirá siendo nuestra primera propuesta. Hablamos de turismo de congresos, de cruceros, gastronómico, de salud (médico y wellness), deportivo, cultural, de compras o idiomático...

¿Cree que la ciudad debe ampliar sus nichos turísticos?

Debería diversificar la oferta pero focalizándose en aquellas líneas en que somos capaces de desarrollar ventajas competitivas. Y podemos hacerlo, por ejemplo en deportes (especialmente náuticos); en salud, donde disponemos de excelentes centros médicos reconocidos internacionalmente (en oftalmología o reproducción, por ejemplo); en congresos, aunque es cierto que una apuesta fuerte por el turismo de congresos exigiría un palacio de congresos que superase las prestaciones del Auditorio Provincial de Alicante (ADDA).

Decía que el turismo de sol y playa siempre será el principal atractivo de la ciudad Alicante. ¿Puede el sector acomodarse?

Para nosotros sigue siendo nuestro principal argumento turístico por nuestro clima, el sol que tenemos prácticamente todo el año, el hecho de tener una gran playa urbana, así como una imagen muy consolidada del sol. En este punto tenemos una ventaja competitiva que debemos seguir explotando, sobre todo para el turismo familiar, la base de nuestros visitantes.

¿Ve acertado ir a Fitur 2019, como hizo el Patronato municipal, con un eslogan basado en ese turismo de sol y playa: «Soléate»?

El nuestro es fundamentalmente un turismo familiar que busca unas vacaciones tranquilas, disfrutando del sol y la playa. El clima sigue siendo una ventaja. Ése es un mensaje que valoran nuestros visitantes, por lo que en mi opinión es una buena opción. Sin embargo, Alicante debería ir evolucionando del turismo de sol y playa hacia ofertas con un mayor valor añadido, que hagan compatible ese mensaje con propuestas turísticas más diversificadas y que permitan una mayor diferenciación.

A los turistas uno de los aspectos que más les sorprende es el tardeo. ¿Cuál es su opinión sobre la polémica respecto a las terrazas en el Centro Tradicional?

En mi opinión, no debería plantearse esa polémica que, afortunadamente, creo que se ha desactivado en buena medida. Se trata de cumplir y hacer cumplir las ordenanzas sin suponer que existe necesariamente ánimo infractor o inquisidor en ninguna de las partes. Esta polémica se planteaba en gran medida en relación con el tardeo, que creo que es bueno para la ciudad por su gran capacidad de atracción de jóvenes y no tan jóvenes, no solo de Alicante sino de la provincia e incluso de provincias limítrofes, con el consiguiente impacto positivo sobre el comercio local. Creo que es una situación con más ventajas que inconvenientes pero, eso sí, que hay que mirar de cerca para evitar que se descontrole.

Como experto, ¿en qué ciudad recomendaría a los políticos locales que se fijasen para mejorar la oferta turística de Alicante?

Sin duda, en Málaga. Es el destino que mejor ha evolucionado en los últimos años, a partir de la convicción de sus representantes políticos y de sus ciudadanos de la importancia del turismo para el desarrollo de la ciudad, lo que ha facilitado la dotación presupuestaria y el desarrollo de infraestructuras turísticas magníficas (con gran palacio de congresos, museos, cruceros...). Es una magnífica referencia.

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