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Un mensaje tajante contra los orines

Los vecinos colocan carteles cada vez más explícitos contra los desmanes del botellón en el Casco Antiguo - Reclaman más limpieza y sanciones

Un turista fotografía el rincón de la calle San Antonio donde un vecino ha puesto un cartel contra los orines en su fachada. pilar cortés

De nada sirve que los vecinos del barrio de Santa Cruz encalen las fachadas de sus singulares casas decoradas con macetas de colores si luego se utilizan como aseo público. Es tal el problema de los orines en este recoleto rincón tan visitado por los turistas, y en general en todo el Casco Antiguo, que los residentes en las calles más próximas a la ermita han recurrido al ingenio para elaborar carteles con tajantes mensajes contra los desmanes del botellón. La señal lo dice todo: prohibido hacer pis o de lo contrario unas tijeras pueden hacer de las suyas con la anatomía masculina.

Una «amenaza» que no pasa desapercibida. Los turistas hacen estos días tantas fotos a las macetas de colores como al peculiar, y directo, cartel de advertencia. Y el que avisa no es traidor.

El cartel está instalado en la fachada donde reside una familia con niños en la calle San Antonio. «Las pandillas están de botellón, se mean contra las paredes y en las macetas. Sales de casa y te encuentras con las plantas estropeadas. También defecan. La gente lo hace donde le pilla. Como vivimos aquí arriba, estamos dejados de la mano de Dios. Vienen cantidad de turistas, cada día más, y con lo bonito que es, da pena verlo tan sucio los días siguientes al botellón», se queja con amargura Sabrina Torregrosa, vecina de la casa contigua a una de las fachadas en donde está la señal con las tijeras que amenazan con cortar testículos.

Los vecinos aseguran que los jóvenes de botellón lanzan piedras y botellas de cristal desde la muralla del Portón, próxima a sus casas, y que los grupos beben y gritan a pocos metros de sus habitaciones de madrugada. «Y diles algo. Pocos son los que dicen que lo sienten y se van. Otros te insultan y te dicen de todo. Que se vayan a la puerta de su casa a beber y armar jaleo».

Este problema también se da en la calle San Luis y en otras de la zona alta del Casco Antiguo, así como la falta de limpieza. Los vecinos aseguran que tras el Carnaval tardaron varios días en sanear las calles y que pese a que han recogido firmas contra el botellón y pidiendo más vigilancia «no nos hacen caso. Llamamos a la Policía y no vienen». Reclaman más sanciones.

Ermita

Dentro de una semana se celebrará la procesión de Santa Cruz que llevará a miles de personas a las calles del barrio. Ramón Riquelme, hermano mayor de la cofradía que tiene su sede en la ermita, coincide con los vecinos en que existe un problema a las puertas de la Ereta y el Portón. «Cuando hacen botellón suben a orinar y a defecar. Antes vivía en una de las calles de Santa Cruz y cuando me levantaba era un asco». También refirió que han tenido problemas con personas bebidas que saltan al tejado de la ermita y rompen las tejas.

No es la primera vez que los vecinos recurren a la protesta gráfica para demandar más civismo. Hace un tiempo colocaron carteles también contra el ruido.

Consultado reiteradamente el Ayuntamiento por este diario sobre los últimos datos existentes de multas por miccionar en las calles del Casco Antiguo y por si hay algún proyecto para reforzar la vigilancia contra el botellón en la zona del Portón, no hubo respuesta.

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