Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Para verano se prevé un éxodo de inmigrantes de Libia"

El socorrista de Open Arms Joaquín Acedo explica en la UA la situación de la ONG con el barco bloqueado en puerto y sin poder realizar rescates ni saber realmente lo que ocurre en el Mediterráneo

Joaquín Acedo en la Universidad de Alicante Rafa Arjones

Joaquín Acedo es socorrista de profesión en la playa de San Juan y voluntario por vocación en la ONG Open Arms, que se dedica al rescate de inmigrantes en el Mediterráneo. Hoy ha acudido a la Universidad de Alicante junto a su compañera Cristina Fernández para explicar a un nutrido grupo de alumnos en qué consiste la labor de la entidad y los problemas a los que se enfrenta con su barco bloqueado desde hace tres meses en el puerto de Barcelona. La exposición se ha titulado “La determinación de salvar vidas ante la deshumanización de Europa".

¿Cuál es la situación actual del Open Arms?

Ahora mismo estamos bloqueados en puerto, las autoridades no nos dejan salir. Hay un informe que dice que no podemos salir porque no cumplimos ciertos requisitos, como que la capacidad de nuestro barco es pequeña. Esto es una estrategia para bloquearnos porque nosotros lo que hacemos es salvamento y ahí no se mira la capacidad sino los que caben dentro porque los que viajan en una patera están peor y a quienes caen al agua hay que sacarlos. Subiremos a los que quepan porque lo que no puede ser es que la gente muera en el agua. No sólo estamos bloqueados nosotros, también la mayoría de ONG que se dedican al rescate de inmigrantes, es una estrategia europea. No nos dejan salir y cuando salimos tenemos problemas para que nos den un puerto de destino donde desembarcar a los inmigrantes en Europa.

¿Desde cuándo está el barco bloqueado y cuánta gente puede estar muriendo por esta situación?

Estamos parados desde principios de enero. Es difícil saber cuánta gente está muriendo. Nosotros aparte de rescatar personas lo que hacemos es informar de lo que está sucediendo en el mar. Si ninguna ONG está allí nadie puede saber lo que está pasando, lo único que tenemos son estimaciones, pero faltan ojos viendo lo que está pasando. Los llamados guardacostas libios están ahora a las órdenes de Europa, tienen el mandato de recoger gente del mar y llevarlos de vuelta cuando Libia no es un país seguro, no se respetan los Derechos Humanos y los que salen no quieren volver.

Libia está al borde de una guerra civil, ¿existe alguna previsión de salida de inmigrantes?

Hay grupos en conflicto armado y varios gobiernos. Por eso hablo de los llamados guardacostas porque ¿quiénes son? ¿de quién dependen? Es difícil medir la cantidad de salidas, pero se prevé que este verano haya un éxodo desde Libia y también desde Argelia y Marruecos. El Gobierno español está formando a los guardacostas marroquíes para que eviten que la gente llegue a España.

¿Cuáles son los principales focos de inmigración en estos momentos?

Sigue cruzando gente por el mar Egeo desde Turquía hasta las islas griegas, pero son pocos desde que la UE inyectó dinero a Turquía para bloquear la frontera en 2016. El flujo se trasladó a Libia, de donde salen rumbo norte hacia Malta e Italia, que es donde hemos estado trabajando más nosotros. Y después desde Marruecos y Argelia hasta España. Aquí lo sabemos bien porque a Alicante también llegan pateras. Y la tendencia es al alza.

Volviendo a la situación del barco de Open Arms, ¿Cómo se ha pasado de recibir con los brazos abiertos a 600 inmigrantes que desembarcaron en Valencia a bloquear los barcos?

Sí, ese rescate fue del Aquarius. También cuando nosotros rescatamos se tardó en darnos un puerto de llegada, vinimos a descargar al Estrecho e incluso estuvimos un tiempo en el que íbamos a colaborar con Salvamento Marítimo allí, pero no fructificó porque el convenio quedó en el aire. Pero parece sorprendente que cuando llega el Gobierno de Sánchez diga venid 600 personas del Aquarius y hoy bloquee sus propios barcos con bandera española en los puertos para que no puedan salir a alta mar. No podemos ayudar a quien lo necesita. Hoy mismo el Alan Kurdi, barco de otra ONG, tiene a 64 personas a bordo esperando un lugar donde desembarcarles desde hace siete días. Estas situaciones son insostenibles. En un barco no tienes medios para atenderles bien.

¿Qué hace Open Arms ahora que no puede realizar rescates?

Nosotros tenemos tres pilares fundamentales. El de acción o rescate que ahora mismo no podemos llevar a cabo. El de comunicación que ahora hacemos como podemos con las noticias que nos llegan del Mediterráneo. Y el de sensibilización, con charlas como la de hoy aquí en la Universidad de Alicante. En esto sí podemos seguir dando a conocer la situación de la inmigración en colegios, institutos, entidades o grupos de personas que piden más información. Tenemos el barco Astral que da a conocer nuestra labor por los puertos españoles.

¿Saben cuándo podrán volver a alta mar?

No, de momento seguimos presionando para que nos dejen salir pero no tenemos fecha.

¿Qué situaciones se ha encontrado al participar en rescates?

Son situaciones duras porque nadie se va de su país si está bien allí. Precisamente una de las campañas que hemos puesto en marcha es trabajar en país de origen, ayudar para evitar que las personas se vean obligadas a marcharse. Son situaciones duras porque ves familias, personas mayores, niños. Las mujeres suelen venir en muy malas condiciones porque las han violado por el camino. A los hombres les han maltratado y robado. Lo que más impresiona es ver a los niños pequeños.

¿Cuáles se le han quedado grabadas?

El año pasado tuvimos un problema con los guardacostas libios porque una vez que teníamos a la gente en el barco querían llevársela y nos amenazaban. Después nos bloquearon el barco en Italia. Fue una situación dura, estuvimos varias horas esperando y los inmigrantes nos decían que ellos a Libia no volvían. En Grecia hemos trabajado en varios naufragios. Yo estuve en uno con 77 personas, sacamos a 22 del agua con nuestra barca. Fue duro porque era diciembre y hacía mucho frío. Son situaciones que no se te olvidan porque eran familias enteras. Ves sus caras y lo que han pasado hasta llegar ahí.

¿Ha seguido contacto con algún rescatado?

No. Hago la operación de rescate y entiendo que ellos siguen su vida y yo la mía, no hago que vuelvan a converger de nuevo. Nos preocupamos de que llegue a puerto sana y salva y espero lo mejor para ellos pero no me involucro en ese sentido.

¿Qué política seguiría para evitar estos flujos de inmigración?

Trabajar mucho en origen. El principal problema es que esas personas quieren salir de su país. Y también hacer una política de libres fronteras viables para que no arriesguen su vida o caigan en manos de las mafias.

Compartir el artículo

stats