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La tórtola europea no se podrá cazar durante un año

Medio Ambiente incluirá en la orden de vedas de 2019 la moratoria que pide la Comisión Europea para proteger una especie vulnerable

La tórtola europea es un colúmbido esbelto, que mide entre 24 y 29 cm de largo y pesa entre 85 y 170 gramos.

La tórtola europea (Streptopelia turtur) lleva camino de ser especie no cinegética en un futuro no muy lejano. Sin ir más lejos, esta temporada ya no podrá cazarse. El borrador de la orden de vedas 2019 contempla una moratoria de un año para un ave cuya población ha ido menguando en las últimas décadas y para la que la Comisión Europea reclama a sus estados miembros medidas de conservación. Así, en la Comunidad Valenciana estará prohibida su caza cuando empiece la temporada, el próximo 21 de julio. El año pasado aún era posible su abatimiento en el territorio valenciano, aunque con restricciones. Los días hábiles se circunscribían a los domingos, con un cupo máximo de ocho ejemplares por cazador y día. Algo fuertemente contestado en su día por grupos ecologistas y ambientalistas.

«Ya se habían reducido los días de caza en anteriores órdenes, porque se observaba un declive en los censos de capturas», explica Antoni Marzo, director general de Medio Natural. «Como el declive persiste se ha decidido establecer la moratoria de un año que podría prolongarse si las poblaciones no se recuperan e incluso desembocar en no cazarlas en unas temporadas», adelanta Marzo. Su progresiva desaparición se achaca a factores varios, como podrían ser los cambios en los cultivos, con la disminución de la superficie de cereal y girasol e incluso el cambio climático, que está provocando adelantos en las cosechas de cereales de hasta un mes, con desajustes en la época de crianza.

Esta especie, muy frecuente en los campos y terrenos forestales valencianos, ha visto decaer su población en la península más de un 25 % entre 1998 y 2017, según los datos de seguimiento de la Sociedad Española de Ornitología, aunque otros estudios sitúan la caída en torno al 40 %. En algunas zonas de Europa, las cifras rozan el 70 % respecto a 1980. De ahí que para la Conservación de la Naturaleza la haya declarado como especie vulnerable, incluyéndola hace tres años en la lista roja de las amenazadas. La Unión Europea aprobó, con el apoyo de España, un plan de acción con medidas de mejora para frenar su principal amenaza, la destrucción del hábitat y una moratoria de su caza hasta que se recupere el número de ejemplares. Además, pide que se cree una regulación de caza que se adapte y permita una gestión sostenible basada en la demografía de la especie, las poblaciones existentes y que prohíba su abatimiento en la época de cría, pero también el apareamiento. La orden de vedas para la Comunidad quedó pendiente de aprobarse tras el último Consell Valencià de la Caça, la semana pasada, donde se abordaron las modificaciones introducidas en la Ley de Caza de la Comunidad Valenciana, que buscan ser de carácter indefinido.

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