Felicitación tras la victoria en las urnas de las municipales y despedida ante la inminente formación de la nueva Corporación en Alicante.

La concejala tránsfuga (ex de Guanyar) Nerea Belmonte, que con su voto en blanco hace poco más de uno año permitió que Luis Barcala (PP) se hiciera con la vara de mando, poniéndose al frente el gobierno municipal, pasó ayer unos minutos por las dependencias de la Alcaldía alicantina para despedirse del primer edil Barcala.

Ambos fueron «cazados», en actitud sonriente y en un ambiente distendido propio del buen resultado en las urnas del PP, cuando la ex de Guanyar, expulsada de su partido en 2016 por adjudicar contratos menores a una empresa de su entorno, abandonaba la cuarta planta del Ayuntamiento de Alicante.

Belmonte, abogada de formación, no seguirá en el Pleno de Alicante el próximo mandato al no concurrir en ninguna lista municipal.