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Intolerancia a la lactosa

¿Es buena la leche?

Las sociedades científicas recomiendan incluir de dos a tres raciones de lácteos al día, pero nutricionistas aseguran que son prescindibles

¿Es buena la leche?

¿Es necesario tomar leche o productos lácteos en general? Si no se ingieren ¿deben buscarse sustitutivos? Las modas han hecho caer en desgracia un alimento que en el subconsciente colectivo era beneficioso y la polémica está servida entre las sociedades científicas que recomiendan su consumo y nutricionistas que aseguran que son prescindibles. Ayer, con motivo del Día de la Nutrición la Asociación de Dietistas-Nutricionistas Universitarios de Alicante organizó una jornada bajo el título «Lácteos: tenlo claro».

«Los productos lácteos ni son el origen de los siete males ni la panacea, su consumo no aumenta el riesgo de padecer ninguna enfermedad como el asma ni el cáncer como a veces se escucha», explica el nutricionista Pablo Vidal. Eso sí, asegura que aunque los lácteos son el principal grupo de alimentos que aportan calcio a la dieta no se ha podido demostrar científicamente que sean garantía de salud ósea.

«Son prescindibles, quien quiera consumirlos perfecto, pero no es necesario sustituirlos si no se incluyen en la dieta. Hay otros muchos alimentos que aportan calcio en una dieta equilibrada y la exposición solar y la actividad física son más importantes para reforzar la estructura de los huesos que consumir más o menos calcio», argumenta este experto.

Por otra parte, con el consumo de lácteos se observan beneficios para la salud en diferentes patologías. Las personas que consumen mayor cantidad de lácteos dentro de una dieta equilibrada tienen menor tendencia a la obesidad, a padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares y en general a cualquier causa de muerte prematura, señala Vidal.

Además, este nutricionista quiso desmontar algunos mitos como que el consumo de lácteos sea negativo por ser antinatural, o que generen alergias e intolerancias. Hay personas con alergia o con intolerancia a la lactosa, pero se han incrementado en los últimos años porque se diagnostica más, no porque hayan aumentado. Eso sí, si una persona sin intolerancia abandona el consumo de lácteos o consume leche sin lactosa al cabo de los pocos años la desarrollará, advierte. Vidal tampoco realiza una conexión directa entre el queso y el colesterol elevado, aunque es partidario de vigilar su consumo si se padece hipertensión.

Bebidas vegetales

La dietista-nutricionista Yolanda Martínez señala que la leche es un alimento «completo» pero si se decide por motivos éticos o por intolerancia no tomarla y se opta por bebidas vegetales conviene tener unos conceptos claros. «Las bebidas vegetales no se pueden comparar con la leche porque no tienen las mismas características, pero la que se asemeja más es la de soja enriquecida en calcio y vitamina D. Siempre en versión natural, sin sabores ni azúcares añadidos», afirma. Existen diferentes variantes como la de soja, cereales o frutos secos. La de soja tiene más porcentaje de proteínas, la de cerales, más cantidad de hidratos de carbono y la de frutos secos de grasa, pero saludable, añade. La clave para saber si de verdad es saludable es fijarse en la etiqueta. En los ingredientes el primero debe ser el agua, el segundo la materia prima del producto escogido, es decir, soja, arroz, almendras, etc., con un porcentaje mínimo de entre el 8 y el 10% y no debe superar los 5 gramos de azúcares, «0» añadidos.

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