La retirada, la pasada madrugada, de los cajones que durante las mascletàs de Hogueras protegían los caballos de la fuente de Luceros evidencia el mal estado de la fuente en general, con múltiples grietas y un elevado deterioro. Esta situación reabre el debate sobre si las mascletàs deben seguir disparándose en esta plaza o trasladarse a otro punto, como ya se planteó por el mismo motivo en 2014. De hecho se eligió como emplazamiento la plaza de la Estrella pero el Ayuntamiento dio marcha atrás a dos meses de las fiestas.

Después de que un acto vandálico el pasado mes de mayo con un mazo contra el monumento acentuara su deterioro, el Ayuntamiento anunció la restauración de la fuente para después de Hogueras. Sin embargo, la pileta vuelve a llenarse de agua tras la retirada de los cajones. Desde Alcaldía y la concejalía de Cultura entendieron que esta protección de los caballos contra la vibración de la pirotecnia era suficiente con los cajones que se vienen colocando desde 2004 y así se volvieron a poner para las mascletàs.

El Ayuntamiento anunció tras el acto vandálico que había encargado la valoración de los daños y el coste de la restauración de los dos caballos. Los trámites para su arreglo serán paralelos al proyecto de rehabilitación de la fuente ya en marcha, dotado con 100.000 euros en el presupuesto de 2019.

La restauradora municipal lleva años desaconsejando «total y absolutamente» que las mascletàs se disparen desde Luceros, sobre todo desde que se inauguró la estación del TRAM, que afirma actúa como una caja de resonancia de los morteros contra el suelo. Investigadores de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante ya alertaron del riesgo que supone para la integridad de la fuente el disparo de la pólvora al considerar insuficientes las actuales pantallas protectoras. En cuanto a los actos vandálicos, afectaron a las extremidades de dos de los cuatro corceles y a uno de los faunos que los adornan.