En los meses de verano, en el presente julio y el próximo agosto, el alicantino barrio costero de Playa de San Juan cambia su dinámica habitual del resto del año. Y eso que la población estable ha aumentado en los últimos años. Pese a todo, en los meses centrales de verano, la presencia de vecinos con segunda residencia (la mayoría alicantinos y madrileños) y de turistas (cada vez más rusos y argelinos de alto poder adquisitivo) modifica el ritmo de un barrio que vive mirando a la principal playa de la capital alicantina, un arenal de casi tres kilómetros de extensión y con una anchura de casi 100 metros, con una arena dorada y fina. Se calcula que la cifra de personas que disfrutan de San Juan durante el verano puede multiplicar por diez las cifras de residentes habituales, rozando las 250.000 personas en los meses estivales.

Ese aumento de vecinos y turistas, según los residentes habituales, no va de la mano de los servicios que se ofrece las administraciones. Desde Juntos Avanzamos, al margen de un nuevo centro de salud, reclaman más limpieza (aseguran que hay calles que se barren y baldean con apenas periodicidad), más seguridad (para hacer frente a ese aumento de población y trasladar una imagen de tranquilidad) y también más aparcamiento, para poder absorber a la población que se hace habitual en verano y también a aquellos que deciden pasar el día en San Juan. El problema del aparcamiento, sobre todo durante los fines de semana y en agosto, es uno de los que más preocupan a los vecinos, que aseguran que llevan años reclamando más espacio para los coches en el entorno de San Juan. Apuntan a un terreno vallado al final de la avenida Costablanca, junto al nuevo parking para caravanas, que sostienen que el Ayuntamiento de Alicante tendría que habilitar para desahogar la extrema presión de coches que sufre el «centro» del barrio, en las calles más transitadas de la playa.

Para aliviar en parte esa situación, la Generalitat puso en marcha recientemente una línea que conecta la playa del Postiguet con el final de San Juan. Con esta conexión y con la línea 4, los vecinos de San Juan disponen desde hace un mes de un tranvía cada 15 minutos en dirección a Alicante. La nueva conexión tranviaria aprovecha la plataforma de la anterior línea 4L entre Porta del Mar (Postiguet) y Sangueta, que suspendió su funcionamiento hace ahora seis años. Así, la nueva línea coincide en el recorrido con la actual línea 4 en quince paradas y cuenta con dos paradas propias en las estaciones de La Marina y Porta del Mar para completar el trazado. Además, desde esta semana, la Generalitat recupera los servicios nocturnos del TRAM de Alicante, que durante todas las madrugadas de este verano van a unir la estación de Luceros con la Albufereta, la playa de San Juan, El Campello, Benidorm y San Vicente. El servicio estará operativo hasta el próximo 1 de septiembre. Este fin de semana, además, se cumplen treinta años de la puesta en marcha de los «trenets» nocturnos.

Sin embargo, los vecinos admiten que la puesta en marcha de la nueva línea 5 no es suficiente para subsanar el problema del tráfico en el barrio litoral. Además del tranvía, dos autobuses del servicio público conectan estos meses en horario diurno la playa con el centro de Alicante (el 9 y el 22), con una frecuencia que está entre los 16 y los 23 minutos. Por la noche, la conexión corresponde a las líneas 21 y 22, según fuentes municipales, con una frecuencia mayor: entre media hora y dos horas.

Peticiones

Otra de las reclamaciones de los vecinos es la falta de limpieza, sobre todo de barrido en las calles más afectadas por los árboles de hoja caduca. En algunas vías, se pueden observar cientos de hojas que dibujan un manto sobre el pavimento. Los residentes también insisten en que los servicios deberían pasar con mayor frecuencia. Desde la Concejalía de Limpieza, que dirige el popular Manuel Villar, se asegura que durante el verano se aumenta el barrido manual con nueve operarios, además de poner en marcha una hidrolimpiadora y una barredora, junto a otros servicios que suponen media decena más de trabajadores.

Entre las peticiones de los vecinos para la Playa de San Juan en estos meses también destaca la seguridad. Quieren más policías para garantizar la «tranquilidad» en los meses con mayor afluencia de personas, entre residentes, turistas y visitantes. Desde el Ayuntamiento aseguran que en julio y agosto el servicio dispone de ocho agentes (cuatro por turno), que además de las funciones propias de seguridad también se centran en la prevención de hurtos y de auxilio sobre la arena. La Brigada Ciclista, por su parte, se dedicará, según fuentes del área dirigida por el popular José Ramón González, a controlar incidencias en el tráfico, junto a la convivencia entre los viandantes y las bicicletas.

Pero al margen de la limpieza, el tráfico y la seguridad, los vecinos de San Juan hacen un llamamiento al Ayuntamiento de Alicante para que acabe, de una vez, el segundo tramo del paseo de Niza. A día de hoy, es evidente la diferencia entre la parte sur que está rehabilitado, que concluyó durante la etapa del tripartito, y la zona más próxima a El Campello, que presenta una imagen muy diferente a ojos del turista. En esa zona, en primera línea, piden además que se renueven algunas pasarelas y lavapiés que están en mal estado.

Los vecinos también reclaman que se recuperen las actividades nocturnas que ofrecían alternativas de ocio (como películas o conciertos) para los residentes y turistas, enfocadas a las personas mayores en un barrio donde destaca un «turismo» familiar, de locales o foráneos, que llena una parte de la ciudad que en verano cuelga el cartel de «lleno». Las cifras, como objetivas que son, no dan lugar a dudas. Según Aguas de Alicante, el consumo hídrico se multiplica por 220% entre los meses de invierno y los de verano, pasando de 240.000 a 538.000 metros cúbicos, según los datos de 2018. También crece el consumo eléctrico, con picos que rondan el 50% en verano.