Teselas marfil, rojo y negro que se han perdido y otras sueltas por el pavimento del paseo, grietas cada vez más profundas, desniveles junto a los alcorques de las palmeras y deterioro general del dibujo de olas. Es el aspecto que presenta el pavimento de la Explanada, el paseo más emblemático de Alicante, en buena parte de su extensión, sobre todo en los laterales.

Este año la Explanada cumple el 60 aniversario de su inauguración. Sin embargo, buena parte del mosaico está salpicado de deficiencias por la falta de mantenimiento, que da una pobre imagen a los turistas que se dan cita en la Explanada, donde ya se han instalado los puestos de artesanía, que atraen todavía a más visitantes.

A principio de año el Ayuntamiento sustituyó las teselas en los puntos que se encontraban entonces en peor estado, dos grandes agujeros en la mitad del paseo, donde estuvo la escultura de La Mariposa, y rellenó de tierra las que faltaban en la zona más cercana a la plaza del Mar. El deterioro avanza y en plena temporada alta las teselas se sueltan en la vía peatonal sobre todo entre la Rambla y Canalejas, donde han surgido nuevos agujeros, con teselas desperdigadas, fuera de su sitio.

También afean el paseo la gran cantidad de pegotes de chicle que se aprecian y las pintadas que últimamente aparecen en el suelo, aunque de momento los servicios de limpieza las están eliminando sin mayor problema.

El Ayuntamiento no tiene entre manos ningún proyecto para el mosaico de olas. Sí que aprobó en abril una actuación para el paseo lateral, donde se ubican los veladores, que tiene otro dibujo en el pavimento. Estas obras plantean la renovación del suelo, desde la plaza Canalejas hasta la calle Bilbao, con un plazo de ejecución de seis meses a partir de la formalización del contrato, que se prevé a finales de verano, para no perjudicar en temporada alta a los negocios de la zona. El presupuesto es de 1,5 millones de euros. Ya se urbanizó el paseo lateral entre la Rambla y la plaza del Mar.

En lo que afecta al paseo central de olas, la última remodelación se realizó hace diez años, aprovechando un plan de inversiones impulsado por el Gobierno del socialista Rodríguez Zapatero. Se cambiaron seis millones y medio de teselas en una intervención que puso patas arriba el paseo central, con un coste de 600.000 euros. Teselas que de nuevo empiezan a faltar, cada una de ellas de cuatro por cuatro centímetros y de dos centímetros de espesor, y de tres colores distintos, el rojo Alicante, el crema marfil y el negro Marquina. Con la combinación de los colores se forma el dibujo que recuerda a las olas inspirado en el paseo Copacabana de Brasil aunque otras fuentes apuntan a la portuguesa plaza del Rossio.

En aquella intervención se intervino sobre todo en la zona central del paseo, que era la más desgastada, dado que los laterales no estaban tan mal como para cambiarlos, tal y como recordó ayer el entonces concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens. Diez años después sí lo están.

Previamente, en tiempos del alcalde socialista Ángel Luna se realizó otra gran renovación del pavimento que costó 435 millones de pesetas, dos millones y medio de euros al cambio. Esas obras incluyeron la consolidación y refuerzo del paseo con pilotes de hormigón ante el hundimiento de una parte del mismo.

También los jardines están deslucidos en parte de la Explanada, con exceso de tierra en los parterres y flores que se han secado.