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La plaza de Gabriel Miró languidece

Uno de los rincones más simbólicos de Alicante presenta muros caídos, pintadas, suciedad y una valla alrededor de la fuente de la Aguadora

La plaza de Gabriel Miró languidece

Los enormes ficus centenarios y los olmos, la fuente de la Aguadora y el elegante edificio modernista de Correos convierten a la plaza de Gabriel Miró en uno de los rincones más simbólicos y visitados de Alicante, un jardín romántico alabado en los portales turísticos que sin embargo languidece por la falta de cuidados.

La plaza en homenaje al escritor nacido en Alicante (1879) presenta un alarmante estado de abandono. El muro de piedra que sostiene los parterres y que hace las veces de jardineras o bien de bancada rodeando la plaza está caído en numerosos tramos y en otros desconchado, hay suciedad, gran cantidad de hojas secas y una hilera de vallas circunda la fuente desde hace meses. Los ficus no se salvan del vandalismo y tienen pintadas en algunos de sus troncos. Según el mapa forestal de España, aquí se encuentra el ficus más grande del país con un diámetro en la copa que puede superar los 25 metros y una altura de siete pisos.

La asociación de vecinos del Centro Tradicional ha reclamado a través de la junta de distrito el arreglo de la escultura de la Aguadora, «que está toda agrietada», afirman. Mientras, los comerciantes reclaman que se cumpla el Plan Integral del Centro Tradicional, en el que ya se estipulan distintas actuaciones para este enclave.

«Es una plaza con unas características únicas, a la que se debe dar un adecuado mantenimiento ya que es la postal que muchas personas se llevan a sus países. La fuente está rodeada por las vallas que instalaron los jardineros (del Ayuntamiento) para proteger el replantado de flores hasta que estas prosperen pero no tiene ninguna lógica cuando los alrededores de la Aguadora están llenos de hojas secas y suciedad», afirma Juan Utrera, presidente de la asociación de comerciantes Más que Centro.

Además de la suciedad, parte del mobiliario urbano de la plaza se encuentra en mal estado. También hay quejas por la presencia de vehículos molestando. «Se necesita una regulación de la carga y descarga. No puede ser que a las 12 del mediodía haya camiones tapando escaparates y descargando junto a los veladores llenos», en una plaza que es peatonal. «El Plan del Centro Tradicional debe retomarse para seguir en la línea ascendente que tenía esta zona hasta hace cuatro años. Necesitamos que el retén de Policía se mantenga todo el día, ya que los robos y los trapicheos han ido a más. La hostelería de la plaza Gabriel Miro es de la que hace ciudad», añade el representante del pequeño comercio.

La asociación de vecinos también urge la remodelación de la plaza. «Está superabandonada, en cuanto a jardinería y limpieza, con muchos mendigos en los bancos. Al menos hemos conseguido que mejore la iluminación. Se lo dijimos al concejal y hace un par de semanas cambiaron bombillas, aunque sigue habiendo tres fundidas. Esperamos que quiten las vallas alrededor de la fuente y arreglen los jardines», señaló la presidenta vecinal, Alcázar Moreno.

El Ayuntamiento admite el deterioro de la plaza y que ni mucho menos su estado es el óptimo. Sin embargo, se pospone la rehabilitación hasta que concluyan los estudios sobre la peatonalización de la zona, según declaró el concejal de Mantenimiento, José Ramón González, del Partido Popular.

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