La promotora torrevejense TM Grupo Inmobiliario, que se hizo con la propiedad del antiguo hotel Sidi de la Playa de Juan en 2016 tiene previsto entregar las primeras viviendas de la primera fase a finales de este mes, después de dos años de intenso trabajo, primero demoliendo el edificio del antiguo hotel y después la obras de los edificios nuevos no sin antes dura "pelea" administrativa con el entonces edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón.

Bajo la categoría denominada "Excellence Exclusive", SIDI by TM tendrá disponibles hasta 28 viviendas (13 de ellos áticos y el resto unifamiliares adosados), de dos a cuatro dormitorios y con terrazas de hasta 254 m2 con jacuzzi climatizado. Las viviendas unifamiliares adosadas cuentan con jardín, piscina privada y terrazas de hasta 97 m2.

Las 34 viviendas etiquetadas como "Excellence Premium" contarán con tres o cuatro dormitorios y amplias terrazas en esquina. Finalmente las 99 viviendas "Excellence" de SIDI by TM serán de dos o tres dormitorios con terrazas de hasta 60m2.

El Sidi San Juan cerró cerró el 15 de enero de 2011, tras acoger desde mediados de los años 70 el hotel que fuera emblemático. La caída de la ocupación, la ausencia de clientes Iberia y Air Berlin dejaron de alojar a sus pilotos por los ajustes de programación, los retrasos en los pagos de las agencias, y el hecho de que ya no se produzcan en invierno desvíos de turistas desde el casco urbano de Alicante a la playa, por la gran cantidad de plazas que oferta la ciudad, precipitaron el cierre del hotel a mediados de enero de 2011.

Clausura que pilló por sorpresa a la plantilla, que se enteró la víspera del día del día Reyes Magos. La empresa planteó en principio una suspensión temporal de empleo, pero la negociación con los trabajadores se rompió cuando el planteamiento pasó a ser de despido definitivo.

Abierto a mediados de los años setenta en la primera línea de la Playa de San Juan, el Sidi fue hasta su cierre uno de los hoteles emblemáticos de la provincia. Su situación, inmejorable, le proporcionaba llenos todos los veranos. Durante el invierno sobrevivía gracias a eventos, que cayeron en picado por la crisis económica. Llegaron las pérdidas en los meses sin ocupación y la empresa optó por convertirlo en un establecimiento de temporada, acosada también por las deudas acumuladas en el Sidi Saler de Valencia.