El Hospital General de Alicante ha invertido 200.000 euros en adquirir un microscopio confocal para el diagnóstico precoz del melanoma o cáncer de piel, contra el cual es fundamental una detección temprana.

Según un comunicado de la Conselleria de Sanidad, el servicio de Dermatología, dirigido por Isabel Betlloch, es el primero de la red sanitaria pública de la provincia de Alicante que cuenta con un nuevo microscopio confocal láser in vivo, una herramienta de última generación para la detección precoz del melanoma maligno (MM).

El pronóstico del melanoma está condicionado por el diagnóstico precoz, dado que supone la curación del paciente tras la cirugía en los melanomas "in situ" (en estadío 0) y menor riesgo de metástasis en los melanomas delgados.

En la actualidad, la microscopía confocal in vivo es uno de los métodos de detección temprana del melanoma más reconocidos desde el punto de vista científico.

Con una inversión de 197.714 euros, este dispositivo presenta importantes ventajas en comparación con la dermatoscopia convencional.

"Mejora la sensibilidad y especificidad, por lo que se trata de una valiosa herramienta de diagnóstico para un grupo de lesiones más dudosas o inespecíficas, díficiles de detectar mediante otras técnicas, a las cuales no sustituye, sino que complementa", ha indicado el responsable de la Consulta de Lesiones Pigmentadadas y Melanoma, José Bañuls.

Permite realizar exámenes ópticos de la piel en tiempo real, por lo que proporciona una vista "in vivo" no invasiva de la epidermis y de la dermis hasta el estrato reticular superior (la capa más profunda y gruesa de la dermis).

Diferentes estudios apuntan que la incidencia del cáncer de piel en general, y del melanoma en particular, está aumentando progresivamente.

En este sentido, la consulta de Lesiones Pigmentadas y Melanoma del Servicio de Dermatología, en funcionamiento desde hace 15 años, ha detectado una media de 48 melanomas anuales desde 2004 hasta hoy, de los cuales el 50% son melanomas in situ y la otra mitad son melanomas invasores.

En el periodo de 1992 a 2003 se detectó una media de 30 melanomas anuales, de los cuales el 21% eran melanomas in situ y el resto (79%) melanomas invasores.

El melanoma maligno es el tumor maligno derivado de los melanocitos, las células que producen pigmento (melanina) en la piel, que habitualmente se desarrolla en la piel, aunque también puede aparecer en las mucosas y otras localizaciones.

Supone el 75% de las muertes por cáncer de piel debido a metástasis, tanto ganglionares como viscerales (especialmente a pulmón, hígado y cerebro).

La forma más frecuente de melanoma en la raza blanca (el 70% de los casos) es el denominado melanoma de extensión superficial y se observa predominantemente en adultos de entre 30 y 50 años, frente a otros tipos de cáncer de piel que se dan habitualmente en personas más mayores.

El resto de variedades de melanoma (melanoma sobre lentigo maligno, melanoma nodular y melanoma lentiginoso acral) suelen aparecer en edades más avanzadas.