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Playas arrasadas por el temporal

Los ayuntamientos de Alicante, Elche y Santa Pola trabajan para devolver la normalidad al litoral

Playas arrasadas por el temporal

Los daños materiales en la capital alicantina por las intensas lluvias de la gota fría de la pasada semana se concentraron, sobre todo, en partidas rurales y las playas. Los puntos más preocupantes, aunque muy lejos de las escenas que se han registrado en la Vega Baja, se dan en La Cañada, donde un camino fue engullido al estar sobre una rambla, y en la Albufereta, donde las aguas que llegaron por el barranco partieron en dos el arenal, produciendo daños en las pasarelas y los lavapiés.

Desde el Ayuntamiento, aseguraron ayer que los esfuerzos se centrarán en reparar «cuanto antes» el camino de la Molineta, cortado al tráfico. Los vecinos de la zona solicitarán además a la Confederación del Júcar la limpieza urgente de las ramblas, llenas de cañas. En una situación similar está el barranco de Agua Amarga, para el que Compromís ya solicitó antes del período de lluvias el mantenimiento del cauce por el riesgo existente. «La falta de mantenimiento es tal que ni tan siquiera se observa el ojo del puente por la abundante vegetación», señalaron en agosto. El barranco sigue igual, tal y como sucede en otros cauces del entorno.

En el litoral, según la Concejalía de Turismo, la mayor preocupación se centra en la Albufereta, donde «ha llegado a desaparecer gran parte de la arena en su zona central, arrastrando hasta la playa piedras de gran tamaño, junto a ramas y matojos». En ese punto, el Ayuntamiento espera una «regeneración natural» y, conforme «la arena se seque se procederá a reparar los daños». Además, «se produjeron desplazamientos de pasarelas y lavapiés como en el resto de las playas», en alusión a San Juan, Urbanova y El Postiguet.

En Elche, las zonas más afectadas fueron Arenales de Sol, La Marina y el Pinet. El temporal se llevó por delante buena parte de las pasarelas y lavapiés. El Ayuntamiento aseguró que se restablecerán lo antes posible, y las brigadas ya estuvieron ayer reparando destrozos. El viento y el agua también tumbaron parte de la valla que cubre el hotel de Arenales, desluciendo más la imagen.

Lo mismo ocurrió en Santa Pola, donde el temporal castigó a todo el municipio, y donde los daños en las playas también fueron notables, ya que el mar se «comió» parte de la franja del litoral.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Benillup reclama a la Conselleria de Medio Ambiente que intervenga para frenar la erosión del Barranc de Caraita, situado en algunos puntos a escasos diez metros de las casas del pueblo y que ha sufrido nuevos desprendimientos durante la última gota fría que recorrió la provincia.

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