La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha premiado al colegio Altozano de Alicante como «la mejor iniciativa de educación financiera», por un proyecto de enseñanza que introduce las finanzas en el aula desde que los alumnos tienen tres años. El centro hace de la economía un «instrumento para aprender y enseñar de forma diferente» como explica la vicedirectora, María José Rodríguez.
El proyecto que se denomina «The Business Day» abarca la totalidad de los niveles educativos, desde Infantil hasta Bachillerato, y arranca entre los más pequeños con la lectura y explicación de cuentos como los de «La cigarra y la hormiga» o el de «Los tres cerditos», con los que aprenden la importancia del ahorro, de la perseverancia y el trabajo bien hecho, así como del gasto responsable y a buscar objetivos y metas realistas, como explica sobre el desarrollo del proyecto su autora, la profesora María Luisa Araujo.
También simulan en las aulas de Infantil el trabajo en un mercado, con sus respectivos puestos de cajeras y productos frescos, para que los niños valoren lo que cuestan las cosas y el esfuerzo que implica conseguir dinero.
Conforme se avanza en los distintos cursos, los alumnos estudian ejemplos sobre la publicidad, practican en clase con juegos editados por el Banco de España -que a su vez promueve este premio nacional- para familiarizarse con los conceptos económicos, y también abordan el papel de los distintos agentes económicos.
A su vez, las estudiantes de los últimos cursos de Secundaria, tras analizar previamente ese tipo de cuestiones imparten sesiones a sus compañeras del primer curso de la ESO sobre las medidas de seguridad en los billetes, para aprender los elementos que se van incorporando progresivamente para dificultar los posibles fraudes. «Se les facilitan en clase billetes de cinco euros para que identifiquen esos elementos en la práctica», o bien, cuando son más pequeños, manejan monedas y billetes de plástico simulando compras, explican.
En los cursos superiores de Bachillerato el colegio organiza charlas de economistas profesionales o de padres y madres relacionados con el mundo de la economía, para que acerquen a los estudiantes temas más áridos como las hipotecas, la Bolsa o los créditos, «al tiempo que aprenden el valor de la solidaridad y la dignidad», concluye la dirección.
