Dos mil personas marcharon ayer por las calles de Alicante atendiendo a la convocatoria de la Plataforma por un Puerto Sostenible para exigir a Generalitat, Ayuntamiento y Gobierno Central, que paren el proyecto para construir en los muelles 19 y 21 una planta con seis macrodepósitos, cuya función sería mover 450.000 toneladas de combustible al año destinado, básicamente, al abastecimiento de gasolineras «low cost» en Alicante, Albacete, Murcia y València. «No a los depósitos, sí a un puerto sostenible por un Alicante en verde y azul» fue uno de los lemas de la convocatoria, que partió de la Plaza de la Muntanyeta, recorrió varias calles, pasó por la delegación del Consell y terminó en el Ayuntamiento, donde se leyó una parte del manifiesto al que se habían adherido 60 colectivos de la ciudad, desde asociaciones de padres, colegios, ecologistas y, entre otros, asociaciones de vecinos.

Durante la marcha se corearon las razones del rechazo a los depósitos, centradas en el peligro que representaría mover combustibles a escasos metros del casco urbano. Se apeló también a respetar el convenio de 1995, cuando tras el traslado de los depósitos de CLH se llegó a un acuerdo para evitar el movimiento de combustible.

Los manifestantes querían mostrar su oposición a la instalación de seis macrodepósitos para mover combustible, tal como promueve la mercantil XC Bussines. La empresa cuenta desde finales de septiembre con espacio en los muelles 19 y 21 tras rechazar el Puerto los 14 recursos de reposición planteados por diversos colectivos y particulares contra el cambio de concesión aprobado en julio. No obstante, el Ayuntamiento y el Consell buscan un resquicio legal y falta por ver cómo quedará la batalla judicial.

Los convocantes llamaron a los alicantinos a manifestarse tras la autorización por parte de la Autoridad Portuaria de Alicante, desoyendo las 1.300 alegaciones registradas por colectivos, ciudadanos y partidos, del proyecto de construcción de una instalación de almacenaje y distribución de gasolinas y gasóleos en el puerto, de más de 100.000 toneladas en un primera fase y con una posible futura ampliación, según la Plataforma.

Los responsables de la movilización aseguran que el puerto es urbano y no caben actividades peligrosas ni contaminantes, porque puedan suponer un grave peligro para la población o alto riesgo de contaminación para las personas y el medio ambiente. Los afectados denuncian que la tramitación del proyecto es muy compleja porque obliga a acreditar medidas contra el peligro por explosión y accidente grave, el enorme tránsito de camiones cisterna con sustancias explosivas que pasarían por las inmediaciones de barrios y centros escolares y el cumplimiento de las exigencias medioambientales de la normativa vigente para impedir la contaminación por sustancias catalogadas como peligrosas y contaminantes.

«Lo que se pretende instalar es una potencial bomba tanto para la ciudad como para el espacio marino protegido de Tabarca. Tras el lamentable visto bueno del Puerto a este despropósito, que una vez más ha demostrado que le importa un bledo la ciudad y que solo le interesa hacer caja aunque sea a costa de la seguridad, la salud y el medio ambiente, esperamos que impere el sentido común en la Generalitat y el Ayuntamiento tienen que frenar este proyecto», señaló Miguel Ángel Pavón, portavoz de la plataforma.

En la marcha participaron, entre otros, la edil popular Mari Carmen de España, Natxo Bellido, Ignaci Candela (Compromís), la edil socialista Trini Amorós junto a otros compañeros y miembros de Unidas Podemos. Amorós exigió la creación de la mesa Puerto-Ciudad. También acudió el exsecretrario autonómico de Medio Ambiente, Julià Àlvaro, hoy asesor del vicepresidente Dalmau. También se unió a loa marcha el concejal de Urbanismo, Adrián Santos.