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Los expertos denuncian que la enfermedad mental está sobremedicada

Psiquiatras y farmacéuticos reclaman rescatar la ética del tratamiento personalizado frente a los intereses económicos de los fabricantes de medicamentos

Pacientes, familiares y profesionales de salud mental, ayer. Pilar Cortés

Los expertos y profesionales del ámbito de la enfermedad mental, invitados por la Diputación Provincial de Alicante a las segundas jornadas sobre los derechos en salud mental, coincidieron ayer en alertar sobre la excesiva medicación que se prescribe a estos pacientes, y abogan por rescatar la ética del tratamiento más personalizado basado en la escucha al paciente.

Tanto el jefe de Psiquiatría del Hospital General Universitario de Alicante, Enrique Pérez, como el farmacéutico Francisco Martínez Granados, coincidieron en dejar en el aire la eficacia de los psicofármacos, tales como antidepresivos o antipsicóticos, en los tratamientos prolongados.

El detallado análisis que presentó el doctor ante los familiares y pacientes asistentes a las jornadas celebradas en el Marq, sobre los distintos medicamentos que hay en el mercado contra la ansiedad social, la angustia, la ansiedad generalizada o la esquizofrenia, concluyó con que los estudios sobre la eficacia, calidad y tolerancia de los fármacos incluyen importantes porcentajes de sesgo, en algunos casos por la limitación de la financiación de la industria farmacéutica.

El máximo responsable del área de psiquiatría del Hospital General pone asimismo en duda que la totalidad de los nuevos fármacos resulten más eficaces porque «la salud física importa, coger peso no es bueno y no existen datos significativos de que los tratamientos sean potentes cuando el trastorno es persistente», señala.

Pérez destaca que los antipsicóticos antiguos «funcionan bien. Los de nueva generación son más caros y a lo mejor no con tanto motivo», valora, al tiempo que añade que se diferencian más por sus efectos secundarios que por su eficiencia.

Finalmente avanzó que los últimos estudios están incluyendo las circunstancias vitales de las personas con enfermedad mental, su calidad de vida, la capacidad laboral, la situación económica, «aunque todavía no son concluyentes».

Mitos

Martínez Granados por su parte defiende asimismo y abiertamente la limitación del uso de fármacos «porque no curan los trastornos mentales, solo tienen un sentido terapéutico a corto plazo», sentencia.

Lamenta que la industria farmacéutica «legitima ciertas prácticas que se sustentan en mitos», y aboga por evitar en lo posible los métodos coercitivos a la hora de tratar a estos pacientes, entre los que incluye la sobremedicación. «Se debe colaborar con el usuario y tomar decisiones compartidas. Es una propuesta de restitución ética», explica.

Para que un psicofármaco pueda considerarse eficaz, este profesional considera imprescindibles los factores socioculturales que acompañan al paciente, entre los que cita la calidad educativa, el apoyo familiar o la posibilidad de haber sido víctima de abusos. «Cuando no se personaliza, se segrega, se produce una estigmatización del diagnósticos y la sociedad aparta a estas personas porque consideran que las causas están solo en el cerebro», aprecia.

Tras apuntar que los desequilibrios son la base de los trastornos, Martínez Granados se pregunta si los brotes que se generan por la interrupción de una medicación no vienen inducidos por el propio fármaco. Para ejemplificar su crítica a la sobremedicación sopesó la eficacia del tratamiento contra el colesterol si un paciente insiste en el sedentarismo: «Hay que trabajar la salud mental con un enfoque multicultural», concluyó.

José Luis Villar, director del centro Doctor Esquerdo gestionado por la Diputación, -tras casi una década pendiente de transferirlo a Sanidad-, explica que el tratamiento personalizado que defienden los expertos es el que se lleva a cabo en el citado centro, con una media de 120 pacientes de ingresos y otras tantas altas los últimos años, «además de los ingresos de media estancia y pacientes del Centro de Día», afirma.

Vanesa: «Los médicos deberían tratarnos igual que al resto de los pacientes»

Usuaria de Salud Mental

Vanesa se ofreció ayer a exponer en público sus vivencias como usuaria de los servicios de salud mental, para dejar en evidencia que los propios profesionales de la medicina general tratan de distinta forma a las personas con un trastorno mental.

«Yo os quería hablar de algo curioso que pasa con los profesionales de la medicina con respecto a los enfermos mentales, no digo los psiquiatras ni los psicólogos sino en la medicina general. Y es que nos tienen estigmatizados y me ha pasado varias veces». Expresiva y muy delgadita, Vanesa contaba desde el estrado «experiencias» que he tenido a lo largo de su vida y no le han gustado, para reivindicar «un trato igual al de los demás», dijo.

Recordó que con 17 años edad, con motivo de su primer ingreso, hubo un momento en que le indicaron que debía ir a rehabilitación porque se le había roto el hombro. «Me acompañó una enfermera al médico y al ver que venía de Psiquiatría el facultativo me dijo: «como ya tienes bastantes problemas con lo tuyo, podemos dejar la rehabilitación para más adelante». «¡Como si por venir de Psiquiatría debía tener el hombro bien, como que lo demás no importa!», lamentaba Vanesa provocando las risas de los asistentes.

También relató que sufre migrañas que a veces le provocan vómitos compulsivos, y que cuando acude a Urgencias para que le den un calmante «hay veces que al ver mi historial me preguntan si he tenido algún disgusto últimamente con mi novio. Y eso me sienta mal, la verdad, porque es algo físico, no psicológico», concluyó.

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